Como en Italia 90, Costa Rica necesita un nuevo milagro para vencer la apatía

Como en Italia 90, Costa Rica necesita un nuevo milagro para vencer la apatía

Hace 35 años, al tiempo que todo el país vibraba con Italia 90 –cuando un excelente entrenador logró transformar la mentalidad de un grupo de jóvenes que se convirtieron en héroes–, los empleados públicos trabajábamos con alegría y dábamos un excelente servicio.

Hoy, en cambio, el país está triste, apático. Traté en varias ocasiones de adquirir un seguro voluntario en Popular Pensiones y fue imposible. Con el ICE, quise un nuevo plan con teléfono, pero los empleados no quieren vender. Con su actitud y mal servicio, impulsan a los solicitantes a emigrar a otra operadora.

Bora llegó a la Selección a motivar a la nueva generación. Se encontró con un grupo de jóvenes mudos, indiferentes, ignorantes de la historia, apáticos, sin alma, y obró el milagro. Igualmente, solo un milagro podría hacer que nuevamente los funcionarios públicos cambien y brillen.

Miriam Ramírez López, Grecia

Acaba de pasar el Día del Padre, fecha en la que recordé uno de los tangos que cantaba Carlos Gardel: Volver (Volver, con la frente marchita… sentir, que es un soplo la vida…). Mi padre lo cantaba, acompañado de su guitarra, en aquella blanca salita de la casa de bahareque donde creció mi infancia.

El domingo elevé una oración y un canto por todos los padres y abuelos adultos mayores, viejos “jovenzuelos” con su corazón aún henchido de ternuras. La oración fue un Padrenuestro; el canto, este tango que dice: “Y aunque el tiempo que todo destruye/haya matado mi vieja ilusión/guardo escondida una esperanza humilde/que es toda la fortuna de mi corazón”.

Julio Vindas Rodríguez, San Pablo de Heredia

Agradecemos al señor Johnny Vindas por su carta a la columna del 6 de abril pasado. Ya nos hemos comunicado con él para conversar sobre lo acaecido. Comentarios como el de don Johnny son, para nuestra institución, una oportunidad para mejorar.

María Briones, Contraloría de Servicios BCR

Al establecer relaciones diplomáticas con China, Costa Rica reconoció a la gran nación asiática como la “única China” y rompió relaciones diplomáticas con Taiwán. Fue una decisión firme; un compromiso de Estado, seguido por convenios de asistencia y colaboración, como un tratado de libre comercio.

Así se entiende una relación de amistad y así se espera que actúen los gobiernos de ambas naciones. Un tema muy sensible dentro de ese contexto es el de la seguridad para ambas partes. Por ello, la sigilosa capacitación en asuntos de inteligencia, que se sabe que ejecuta la Casa Presidencial en Taiwán por medio de la DIS, es razonablemente preocupante para la contraparte china.

El que, en un país hostil a China, se entrenen y establezcan lazos personales con oficiales presidenciales en materia de inteligencia es diplomáticamente indebido.

¡Somos o no somos!, dice el dicho. Y, en asuntos tan delicados, no se debe y no se puede hipócritamente jugar billar a dos bandas sin que tan torpe comportamiento diplomático tenga consecuencias negativas –más allá del desprestigio– para quien lo provoca.

Freddy Pacheco León, Heredia

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