China tiene clara su línea roja: no se metan con Taiwán. Lo ha evidenciado en muchas ocasiones. Para países pequeños, la línea roja significa «el que está con Taiwán no está conmigo“. Al gigante asiático no le place mantener relaciones diplomáticas con estados que reconozcan la autonomía de la isla.
China ni siquiera ha insinuado una ruptura de relaciones cuando la acusan de propiciar el ciberespionaje o cuando excluyen a sus empresas de concursos para implementar la tecnología 5G, pero el tema taiwanés es más sensible.
Costa Rica reconoció la independencia de Taiwán por muchas décadas. El Puente de la Amistad, sobre el río Tempisque, fue una donación del gobierno taiwanés producto de esta relación diplomática. Incluso, a principios de siglo, hubo polémica por el ingreso de dinero procedente de Taiwán para financiar campañas electorales del PUSC y el PLN.
No obstante, en el 2007, el gobierno de turno (el de Óscar Arias) decidió que era momento de establecer relaciones con China, país que tiene cada vez más peso en el planeta. Para ello, fue necesaria la ruptura con Taiwán, y la potencia asiática entró con donaciones inmediatas, entre ellas el Estadio Nacional.
Pekín considera a Taiwán una isla rebelde, mientras que el gobierno de Taipéi ha logrado mantener la independencia durante 76 años.
Bajo este contexto internacional, cobra relevancia el hecho de que el Gobierno de Costa Rica haya enviado a cinco agentes de la Dirección de Inteligencia y Seguridad (DIS) a una capacitación sobre seguridad nacional en Taiwán durante 23 días, en mayo.
Podría verse como un hecho aislado, pero suele decirse que no existen las casualidades en la política y, además, existe una cadena de hechos previa.
El gobierno de Rodrigo Chaves ha demostrado una fuerte afinidad con la administración de Donald Trump, la cual trata de aislar a China.
Desde el periodo de Joe Biden, Costa Rica emitió un reglamento para excluir a las empresas chinas del concurso sobre la tecnología 5G. Luego, en la primera mitad de este año, la Presidencia celebró la divulgación de fotografías de diputados que sostuvieron encuentros con la firma Huawei, al tiempo que Estados Unidos agregó un fuerte ingrediente a la receta: retirar visas a figuras en las que ve algún grado de acercamiento con China, con lo que, de paso, le ayuda a Chaves a atacar a la oposición (la embajadora china, Wang Xiaoyao, calificó tal práctica como un mecanismo de presión política).
Por eso, sería ingenuo pensar que carece de simbolismo la capacitación taiwanesa para la DIS, la policía que opera bajo la dirección de la Presidencia de la República; además, no se trató de un curso sobre cualquier tema, sino sobre “seguridad nacional”.
La Embajada de China reaccionó este sábado 14 de junio oponiéndose a “cualquier forma de contacto oficial entre Costa Rica y Taiwán”.
En tanto, el exdirector de la DIS, Eduardo Trejos Lalli, consideró inusual aceptar un convenio de capacitación con un país que no sea aliado.
“¿Qué pasa con Corea del Sur si saben que nosotros estamos llevando temas de capacitación en Corea del Norte? Sería una estupidez, porque Corea del Sur es un socio mucho más estratégico de lo que podría significar cualquier capacitación con Corea del Norte”, aseguró Trejos Lalli en un artículo publicado por los periodistas de La Nación, Natasha Cambronero y Aarón Sequeira.
Las relaciones comerciales con China son profundas para cualquier país, no solo para Costa Rica. El peso de su comercio es enorme en cualquier economía y en la vida diaria de las personas.
China ya es el principal socio comercial de Brasil, Perú y Chile, en América Latina; también lo es de Alemania, por ejemplo. Sin embargo, en el caso costarricense, Estados Unidos sigue siendo el principal socio.
Costa Rica tiene un tratado comercial con China desde el 2011 y, si bien las exportaciones se multiplicaron por diez, las importaciones son ocho veces más grandes y los exportadores quisieran un mayor acceso al mercado del gigante asiático.
En cuanto a obra pública, hoy la empresa china CHEC es la única oferente para terminar la carretera a San Carlos, mediante la construcción del tramo central entre Sifón de San Ramón y La Abundancia de Ciudad Quesada. Esta es la misma firma que lleva años ampliando la ruta 32.
Estos son detalles del entorno costarricense con China, pero el mundial es mucho más tenso.
Recientemente, Pekín advirtió a Estados Unidos de que “no debe intentar utilizar la cuestión de Taiwán como baza para contener a China y no debe jugar con fuego”, luego de que el jefe del Pentágono, Pete Hegseth, afirmó que la potencia asiática está “preparando el uso potencial de la fuerza militar” para alterar el equilibrio de poder en Asia, una región que quiere “dominar y controlar”.
Hace un par de semanas, John Bolton, quien fue asesor de seguridad de Trump en su primera administración, declaró al diario El País que lo peor que el magnate podría hacer en la actualidad es “mostrar demasiada debilidad y dejar que China se haga con Taiwán”.
“Pekín está interesadísima, pero no creo que vayan a invadir: nunca han llevado a cabo una operación anfibia, y esta sería especialmente compleja. Tampoco quieren destruir la isla. La quieren con sus capacidades productivas intactas. Pero podría lanzar un bloqueo. En ese caso, si nosotros no hacemos nada, la isla caería como fruta madura”, dijo Bolton.
Ese es el panorama internacional. Para países pequeños, las decisiones no son fáciles. En agosto del 2023, el presidente Rodrigo Chaves dijo que, cuando dos elefantes pelean, lo mejor es no meterse. En enero de este año, el diputado Luis Fernando Mendoza, presidente de la Comisión de Asuntos Internacionales de la Asamblea Legislativa, consideró que ya hay una inclinación hacia uno de los elefantes.