Este jueves, el médico general César Piedra López, quien trabaja en el Área de Salud de Pérez Zeledón llegó puntual a dar su consulta, pero no pudo comenzar a tiempo. Abrió su computadora y el sistema del Expediente Digital Único en Salud (EDUS) estaba tan lento que no le permitía trabajar.
“Usted ingresaba al paciente y se pegaba. Necesitamos que el flujo de la información sea constante para no tener contratiempos al atender al paciente. Hoy nos pasó eso. Algunos compañeros reportaban que no tenían acceso del todo en otros Ebáis. Yo puedo decir que el EDUS es una herramienta esencial y por eso mismo es vital que funcione”, dijo a La Nación.
Ese día la consulta de Piedra se atrasó. Fue el segundo incidente en pocos días. Una semana antes, cuando se anunció una actualización del sistema, el galeno vivió lo mismo, pero con consecuencias mayores: “estábamos en la consulta y hubo fallas: no se podían guardar diagnósticos, ni generar PDF para exámenes de laboratorio ni imprimir referencias”, recordó.
El relato de Piedra se repite en otros Ebáis, clínicas y hospitales. Esta es una de las principales críticas a un sistema cuya ley se publicó en 2013 y debía estar en funcionamiento completo en 2018.
Desde entonces se han dado avances que permiten a los profesionales de salud acceder a la información del asegurado que lo necesite en cualquier parte del país. También ha salido de los hospitales públicos y puede ser revisado en el Instituto Nacional de Alcoholismo y Farmacodependencia (IAFA), en el Hospital del Trauma y en el Consejo Nacional de Personas con Discapacidad (Conapdis). Incluso sus datos se han utilizado para montar modelos predictivos de diabetes.
No obstante, las deudas son muchas, según los trabajadores de salud y los asegurados.
El neumólogo Randall Cabrera Garita padece estas falencias en el Hospital Max Peralta, donde es el único de su especialidad y debe optimizar el tiempo: “incluso en algunas ocasiones está desconfigurado de la impresión. Yo veo el paciente, hago la nota, pongo las indicaciones y cuando voy a imprimir no hay coordinación entre el EDUS y la impresión. Es frustrante”.
Janice Sandí Morales, presidenta de la Unión Médica Nacional, señaló que por protocolo se deben llenar varias casillas e información del asegurado durante el tiempo de consulta y esto le resta tiempo a los 15 minutos de atención que de por sí se vuelven escasos ante las complejidades de su salud.
“El médico se enfoca más, con todo el dolor, en ver una pantalla y ver cómo hace para dejar ahí plasmado el acto médico que en realmente atender al paciente. Los médicos no somos digitadores. Y lamentablemente en eso nos hemos convertido, por un curso equivocado que se le ha dado al expediente digital”, expresó.
Para Marcela Campos Vargas, presidenta de la asociación de pacientes Fundamuro, la aplicación también queda debiendo a los asegurados. Ella no tiene acceso a información que considera valiosa.
“Si no se toman acciones el EDUS se va a convertir en un cementerio de datos. Los datos van a quedar ahí y nada va a pasar con ellos. No sirvieron para tomar decisiones, porque no se actualizaron. No están todos los datos completos, a veces aparecen unas cosas, otras no», señaló.
“El EDUS ‘se cae’ ¿y qué hacemos?»
Un sistema lento o los métodos engorrosos de digitación no son el principal problema. Lo más grave, a juicio de los entrevistados, es cuando el sistema “se cae” y no está disponible. Los médicos quedan “a ciegas”.
Esta situación no se da todos los días ni todas las semanas, pero sí sucede lo suficiente como para que los médicos indiquen que no tienen herramientas para trabajar.
“Esta semana tuvimos una caída de casi dos horas. Dos horas en las que el sistema no funcionó. Se cayó. A niv. Fueron dos horas donde no se pudo atender porque no se tenía acceso a los datos más básicos necesarios, ¿cómo se hace?“, cuestionó Sandí.
Cabrera puntualizó: “cuando no tenemos EDUS el paciente tiene un riesgo altísimo, porque no conozco ni los diagnósticos ni los tratamientos».
Esto ha llevado a la institución a paralizar la consulta cuando el sistema no está disponible. Y obliga a reprogramar la cita para muchos pacientes que pueden llevar meses e incluso años esperando.
Paralizar no es viable en Emergencias o en salones de hospitalización.
“Un paciente internado hace un paro y lo primero que uno revisa es el EDUS porque ahí están los diagnósticos y los últimos resultados de los exámenes. Si no tengo EDUS estoy a ciegas. No tengo información para ver su estado de salud, sus medicamentos, nada”, expuso Cabrera.
El neumólogo también habló de lo difícil que es hacer recetas de medicamentos mientras no hay sistema. Deben hacerse a mano, lo cual no sería mayor problema si es una receta de una sola vez, pero muchas veces son citas médicas de control una vez al año y se le hacen 12 recetas.
El paciente no tendría mayor problema en ese día, pero sí cuando regrese al mes siguiente, porque esa receta no estará en el EDUS. El paciente podría buscar al médico, pero, relató Cabrera, él no puede darle la receta porque el sistema no le permite recetar al paciente que no estuvo en su consulta ese día.
La psiquiatra Marisol Quesada Pizarro también lidia con este problema en su trabajo en el Hospital Calderón Guardia.
“Con las recetas es toda una tragedia. Se viene una caída de EDUS y yo empiezo a dar recetas en papel sabiendo que probablemente no tengan problema con la primera receta, pero sí con las consecuentes. Mucha gente vive lejos y no puede estar sin su medicamento”, expuso.
Deyanira Zúñiga Hernández presidenta de la Asociación de Pacientes Metamorfosis, indicó que esta situación nunca debería darse, pero como varios de sus asociados lo han vivido, les recomienda tener por escrito, en papel, todos los padecimientos, medicamentos y alergias para que el médico tenga algo para trabajar en caso de que el EDUS se caiga durante una consulta.
Sandí recalcó que estos reclamos no son para eliminar el sistema, pero debe mejorarse.
“Nadie está hablando de echar para atrás. El EDUS es necesario y hay que defenderlo, pero tenemos que optimizarlo”, señaló.
Un sistema de contingencias que no cumple

Durante los “apagones” no es posible tener un sistema de contingencia que opere con los requerimientos mínimos.
“Nos prometieron un respaldo que nos permitiera seguir. Sacaron un sistema de contingencia que es imprimir una hoja para escribir. No se puede digitar cuando vuelve el sistema porque hay que atender pacientes. Necesitamos un sistema de contingencia que permita mínimamente ver los últimos exámenes, poner una nota y que cuando el sistema vuelva pueda jalar esa información”, subrayó Sandí.
Quesada opina igual: “Ya nos estábamos deshaciendo de la papelería y con la contingencia nos dicen ‘vuelva a escribir’ ¿y después qué pasa con esa información? ¿quién la mete en el sistema, quién la recoge, cómo hacemos para poder seguir disponiendo de ella?“
¿Qué piden los asegurados al EDUS?
Para Campos, son muchas las deudas del EDUS como asegurada. Una es el acceso a su información antes de 2018.
“Yo fui paciente de cáncer en el año 2010. Esa historia no aparece en el EDUS. Ese expediente quedó impreso. No han tenido la capacidad de trasladarlo”, destacó.
Esta herediana añadió que también requiere mayor interconexión con los centros y servicios de salud privados, uno de los grandes pendientes del EDUS.
“Como paciente hubiera querido que mi EDUS fuera mío. De tal modo que si yo deseo irme a tratar a un lugar privado mi doctor tenga acceso a mi EDUS. Que yo no le tenga que compartir mi teléfono o sacar una foto. Si no que también sea un sistema interactivo entre lo privado y lo público. Ahora que la Caja (Costarricense de Seguro Social, CCSS) está teniendo tanto problema de especialistas, mucha gente acude a los sistemas privados”, destacó.
Para Maritza Segura Ávila, vecina de Heredia, se requiere un sistema más eficaz para sacar citas. Hay Ebáis que liberan las citas a medianoche, otros lo hacen a las 5 a. m., y debe estarse pendiente para obtener un cupo, los cuales se llenan muy rápido.
“Esto lo obliga a uno a madrugar e irse al Ebáis”, puntualizó.
Briceida Cantillo Hernández, de la Asociación de Pacientes Anasovi, destacó que la aplicación no es amigable con el usuario adulto mayor o con discapacidad, y que sería bueno dar educación al paciente de cómo utilizarla.
A la espera de respuestas
La Nación pidió entrevistas o respuestas a través de la oficina de prensa de la CCSS. Se está a la espera de la respuesta.
Sin embargo, Manuel Rodríguez Arce, director del EDUS, dijo en una entrevista anterior que para 2025 y 2026 se tienen seis proyectos: fortalecer la receta electrónica en hospitalización, el centro de contactos, fortalecer el catálogo de medicamentos, el EDUS en ambiente de contingencia, gestión de referencias y contrarreferencias de pacientes e imágenes médicas.
Sobre las contingencias, Rodríguez explicó en diciembre pasado: “esa herramienta está en desarrollo y pronta a implementar. (…) si el sistema sufre una caída, permite al médico continuar con la atención con datos básicos. Está en desarrollo y en 2025 vamos a empezar a reimplementar”.