Acusaciones de injerencia china, mayor cooperación en seguridad y hasta la presión para permitir el tránsito gratuito de buques por el Canal de Panamá. En ese tablero, la neutralidad panameña navega en un escenario desafiante, particularmente tras las exigencias del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, desde finales de 2024.
Con ese panorama, diplomáticos, académicos y expertos participaron este lunes 8 de septiembre en el foro “La Neutralidad: una perspectiva desde Panamá, Suiza y el Movimiento Internacional de la Cruz Roja”, organizado por la Cancillería panameña.
Suiza, reconocida por haber sobrevivido como país neutral en las dos guerras mundiales del siglo XX y por mantener esa condición hasta hoy, expuso su experiencia en el Palacio Bolívar.
El jefe de misión adjunto deSuiza en Panamá, Costa Rica y Nicaragua, Vincent Laurent Guigner, explicó que la neutralidad helvética no es sinónimo de pasividad.
“Ser neutral para Suiza no significa ser indiferente a lo que pasa en el mundo”, subrayó. Recordó que su país cuenta con un ejército para la defensa de su soberanía y, a la vez, ha tomado posiciones frente a violaciones flagrantes del derecho internacional, como las sanciones económicas que impuso contra Rusia tras su invasión a Ucrania.
Desde la academia, el catedrático de derecho internacional público, Enrique Illueca, explicó los alacances de las violaciones al derecho internacional. “El uso de la fuerza, y la amenaza de usarla, constituyen un ilícito internacional”, no obstante, hizo la salvedad de su uso en cuestiones de defensa de las naciones o como prerrogativa del Consejo de Seguridad de la ONU para el mantenimiento de la paz.
Asimismo, resaltó la Carta de las Naciones Unidas como el “pacto constitutivo del género humano”, y en consecuencia, la necesidad de garantizar su cumplimiento.
El catedrático ha sido crítico del memorándum de entendimiento firmado entre el ministro de Seguridad panameño, Frank Ábrego y el secretario de defensa —ahora ‘secretario de guerra’— de Estados Unidos, Pete Hegseth, que amplió la cooperación de seguridad entre ambos estados, tras fuertes presiones de la Casa Blanca por retomar el control del Canal de Panamá.
Presión y amistad
En una breve aparición ante los medios de comunicación, el vicecanciller Carlos Hoyos Boyd, quien recién regresaba de una gira por Asia con el presidente de la República, José Raúl Mulino, se refirió a la neutralidad panameña luego del evento.
Hoyos Boyd señaló que la búsqueda de la adhesión de Brasil y Japón al Tratado de Neutralidad del Canal de Panamá es parte de la estrategia de Cancillería, en la que está incluida Estados Unidos “que es parte importante de esa neutralidad”, detalló.
Sobre una posible amenaza al principio de neutralidad que ha caracterizado a la nación panameña desde 1977, Hoyos dijo: “vivimos tiempos impredecibles, nosotros no podemos controlar lo que terceros puedan decir; simple y sencillamente nos mantenemos firmes en nuestra convicción de apoyo al derecho internacional, y esa es nuestra línea”.
En el radar de Estados Unidos; las autoridades panameñas sortean el tema de la neutralidad con cautela. A pesar de la búsqueda del apoyo internacional recientemente, este medio reveló que las presiones desde Washington para el tránsito gratuito de sus buques han continuado, mientras oficialmente, ni la cancillería ni el ministros de asuntos del Canal han respondido un cuestionario enviado para dar respuestas claras del panorama.