LUMA Energy revirtió este martes la decisión –tomada a finales de septiembre– de eliminar las brigadas nocturnas de reparación de averías en el sistema eléctrico, una medida de control de gastos que implantó en medio de las pugnas contractuales con la administración de Jenniffer González, que había amenazado con tomar acción legal contra el consorcio.
En una carta de dos párrafos al secretario de la Gobernación, Francisco Domenech, el presidente de LUMA, Juan Saca, notificó que la cancelación de las brigadas “ya no está en efecto y los criterios previamente en efecto se están aplicando”.
Desde la semana pasada, Domenech y el zar de Energía, Josué Colón, habían concedido a LUMA hasta hoy, martes, para revertir la determinación.
Al notificar las políticas de control de gastos –primero de manera interna y luego a Colón–, LUMA había sostenido que únicamente activaría brigadas en horario nocturno para atender averías que dejaran sin luz a más de 1,000 abonados, interrumpieran el servicio de instalaciones “críticas” u ocurrieran incidentes mayores en el sistema de transmisión o “que representen peligro”.
En pasadas semanas, LUMA también había notificado a su plantilla que, ante la aparente falta de liquidez –de la que responsabiliza al gobierno–, estaba “implementando ajustes que incluyen reducciones de costos, retrasos en pagos a suplidores y una reducción en las horas extra para el personal de operaciones”.
De momento, no quedó claro si las demás estrategias de reducción de costos seguirían en vigor o, al igual que la eliminación de las brigadas, se modificarían.