Los ataques del presidente estadounidense, Donald Trump, a la prensa favorecen un «antiperiodismo» en EUA que se está extendiendo por todo el mundo, alerta el director general de la organización Reporteros Sin Fronteras, el francés Thibaut Bruttin, que teme un impacto en el sistema de medios «a escala global».
En una entrevista concedida este lunes a EFE, Bruttin explica que, aunque otros dirigentes mundiales como el primer ministro húngaro, Viktor Orban, ya practicaban antes este «antiperiodismo», la llegada de Trump a la Casa Blanca ha servido para acelerarlo.
«Se distribuye un manual de instrucciones sobre cómo atacar a la prensa y ser elegido (presidente) y es algo que estamos viendo expandirse de forma muy rápida, especialmente en Europa», advierte Bruttin, de 37 años, licenciado en Asuntos Públicos por el Instituto de Estudios Políticos de París y vinculado a RSF desde 2014…Bruttin considera que las acciones de Trump en EUA son «extremadamente peligrosas» porque vivimos en un mundo «maquiavélico», en el que todo lo que haga alguien para ganar «es de interés para otros».
Señala que la estrategia del presidente estadounidense es extender su concepto de libertad de expresión, que es una «mala interpretación» de esta noción en contra de los medios de comunicación.
Por ello, Bruttin se muestra preocupado porque EUA se convierta «en la primera sociedad donde puedes beneficiarte de la libertad de expresión, pero no de prensa». «Y la discusión pública es peor si los hechos son sólo otra opinión más», añade.
El poder de las plataformas
El director general de RSF cree la labor del periodismo no es verificar la información, sino «obtener la mejor versión alcanzable de la verdad».
En este sentido, cree que la prensa estadounidense ha perdido el papel central en la conversación pública en su país porque, en muchas ocasiones, han corrido «detrás de la última mentira de Trump».
Aun así, admite que la verificación de la información era una de las «salvaguardas» que existían en el espacio digital, donde las compañías tecnológicas tienen la «llave» para la distribución de noticias y están reguladas «de forma muy laxa».
Según Bruttin, estás compañías no respetan «las garantías democráticas que se podrían esperar de ellas» e intentan evadir la regulación que organizaciones como la Unión Europea intentan implantar en el ámbito digital.
Además, en ocasiones entorpecen la labor periodística, retirando contenido porque no obedece o respeta sus términos de uso, como ha sucedido en la guerra de Ucrania.
«Entiendo que la guerra no cumple los términos de uso, pero necesitamos tener exenciones para aquellos que se identifican como medios de comunicación», denuncia.
Iniciativa de Periodismo de Confianza
Bruttin recuerda que el ‘Indice Mundial de Libertad de Prensa 2025’, publicado por RSF en mayo, muestra que se ha producido un descenso global en la libertad de prensa, que tiene que ver con la seguridad de los periodistas, pero también con las «condiciones sistémicas del sector».
Considera que el deterioro de las condiciones económicas del sector lleva a algunos medios a crear contenido más «polarizante» y a ceder a presiones de los poderes políticos, lo que a su vez debilita la confianza del público en la prensa, que se encuentra en crisis.
Es por ello que RSF ha puesto en marcha la Iniciativa de Periodismo de Confianza (JTI por sus siglas en inglés), un sello de calidad que identifica a los medios de calidad en el espacio digital.
«Apostamos por un periodismo honesto sobre sus fuentes de financiación, su estructura de governanza y sobre sus métodos de trabajo en la redacción», explica sobre la iniciativa, a la que ya se han acogido 2.000 medios de 120 países diferentes.