La desintegración no es una opción para Centroamérica – La Prensa Gráfica

La desintegración no es una opción para Centroamérica - La Prensa Gráfica

Gracias a la construcción del Sistema de la Integración Centroamericana se ha logrado mantener la paz en la región, la solución de conflictos en forma pacífica, la construcción de instituciones democráticas y aproximadamente 35 políticas comunes entre los Estados centroamericanos.

Podemos comprobar que, a la fecha, se cuenta con un ahorro regional de $203.4 millones mediante la “negociación conjunta de medicamentos”, reduciendo los precios entre un 30% y 60%. Se ejecutan proyectos para la protección del corredor seco, conservación de grandes bosques y ecosistemas marinos; existe una ordenación y desarrollo de la pesca para la seguridad alimentaria y protección de los recursos costeros, continentales y aguas internacionales.

Además, se cuenta con un mercado eléctrico que permite un suministro seguro, transparente y sustentable mediante infraestructura de transmisión regional y un marco regulatorio común. Se administra de forma conjunta el espacio aéreo de seis Estados, con más de 1,000 operaciones aéreas gestionadas cada día y una cobertura de más de 2.9 millones de km², lo que garantiza la navegación aérea segura y eficiente. Se cuenta con una sola política de transporte marítimo en 49 puertos que facilitan el comercio internacional; las exportaciones intrarregionales aumentaron 13.1% y las extrarregionales aumentaron 9.8% para el tercer trimestre de 2024. Asimismo, se cuenta con homologación de requisitos aduaneros de los productos originarios y homologación en el arancel común externo en la unión aduanera.

Por último, sumando al compendio de beneficios para la población, se cuenta con un banco regional que apoya con miles de millones el desarrollo económico y social equilibrado de los Estados miembros, y un largo etcétera.

Ante la realidad de la geopolítica mundial, ¿cuál podría ser el futuro de Centroamérica si no lo defendemos o continuamos con nuestro plan de desarrollo regional? ¿Se puede pronosticar, en un futuro inmediato, una afectación al orden regional establecido a partir del Protocolo de Tegucigalpa de 1991? De suceder, esto podría explicarse en razón de los acontecimientos propios de nuestra región.

En lo político: ambiciones individuales, nacionalismos, discriminación migratoria al no nacional, sentimientos xenofóbicos, entre otros. En lo económico: retorno al bilateralismo; ruptura de las reglas del TLC regional y perforación total del arancel común externo; así como el regreso a las relaciones intergubernamentales y relaciones exteriores a ultranza, e incluso conflictos bélicos no declarados.

Actualmente contamos con una región totalmente influenciada por la geopolítica mundial, con tendencias menos democráticas y, por lo tanto, nuestra Comunidad Económica y Política debe funcionar como una comunidad de derecho y fortalecer sus instituciones comunes para defender y continuar siendo una región de paz, libertad, democracia y desarrollo.

Preguntémonos: ¿qué hicimos bien para evitar un conflicto armado durante más de 30 años y qué hicimos mal para deteriorar el plan de desarrollo comprometido desde el Protocolo de Tegucigalpa en 1991?

La paz, la democracia, el derecho común regional y la justicia regional son tan valiosos que debemos defenderlos, desde la academia y desde cada una de nuestras trincheras, como si mañana pudiesen desaparecer. Porque mañana pueden desaparecer.

Fuentes

Compartir en :