El título de cárcel de máxima seguridad quedó en duda después de que dos celulares fueran localizados durante una requisa en la recién inaugurada prisión Renovación 1, ubicada en Escuintla, donde fue detenido un guardia penitenciario señalado de colaborar con el cabecilla de una estructura criminal de extorsionistas.
El ministro de Gobernación, Francisco Jiménez, dijo que, ante esa situación, analiza si el director de ese centro carcelario será sancionado o destituido y si habrá rotación de guardias.
Asimismo, Jiménez indicó que reforzarán los controles y filtros para el personal asignado a la vigilancia de esa cárcel. Además, analizan cuáles son los puntos débiles en la seguridad del centro, aunque adelantó que uno de ellos podría ser durante el ingreso de las visitas, por lo que también consideran otras medidas para implementar.
El funcionario afirmó que es la primera vez que se encuentran teléfonos en dicha cárcel desde noviembre del 2024, cuando fue inaugurada; desde entonces, dice Gobernación, se han realizado requisas rutinarias.
Como resultado del operativo realizado en ese centro fueron capturadas 16 personas en distintos lugares, y se localizaron aproximadamente Q100 mil y dos armas de fuego durante las diligencias en viviendas. Entre los detenidos figuran un guardia penitenciario y un agente de la División Especializada en Investigación Criminal (DEIC).
Dicho guardia de seguridad, según el MP, coordinaba con el privado de libertad Winder Joel Calderón, quien se encuentra detenido en ese centro carcelario, para que una mujer cobrara extorsiones fuera de la prisión, bajo amenazas de muerte a las víctimas.
Joel Calderón, según los investigadores, también habría recibido dinero en su cuenta bancaria y en efectivo para ser entregado a los privados de libertad que se encontraban en dicho centro de detención, cobrando Q1 mil por cada coordinación.
Calderón, de 24 años, alias El Carita, señalado de ser el cabecilla de la banda Los Sureños, fue detenido en marzo de 2021 en Escuintla, por el delito de extorsión, y desde la cárcel Canadá, ubicada en ese departamento, coordinaba extorsiones, secuestros y asesinatos. Posteriormente fue trasladado a Renovación 1.
Sin filtros
El exdirector de Presidios, Eddy Morales, afirma que la implementación de tecnología en las cárceles “es en vano” si no se cumplen los filtros suficientes para seleccionar a los guardias penitenciarios, especialmente si estarán asignados a una prisión donde hay internos con un perfil altamente peligroso.
Morales sostiene que, en el caso de Renovación 1, no se cumplieron los procedimientos como las pruebas de polígrafo y la revisión de antecedentes, y como consecuencia, hay guardias vulnerables a ser sobornados por los reclusos.
«Esta situación significa que los guardias no han sido filtrados acerca de sus tendencias, sus desviaciones», afirmó.
El exfuncionario considera necesario que se investigue a todo el personal que se encuentra en ese centro carcelario.
«Si ya sucedió una vez, volverá a suceder, ese es uno de los grandes problemas. Todos deben pasar por el detector de mentiras o un examen de poligrafía», acotó.
Añadió que el director de ese penal también debe ser sancionado, puesto que, por lo general, quien ocupa ese cargo tiene conocimiento de los movimientos que hacen los reos para sus beneficios y para cometer delitos.
Inauguración
El 5 de noviembre de 2024, las autoridades del Ministerio de Gobernación (Mingob) hicieron entrega oficial de la cárcel Renovación 1 y prometieron disminuir los actos delictivos cometidos por los reclusos. Esto ocurrió después de que el 2 de julio del mismo año se desocuparan las instalaciones que anteriormente eran conocidas como El Infiernito, supuestamente definidas como de máxima seguridad. Sin embargo, las autoridades reconocieron que eran controladas por los reos, quienes desde allí coordinaban extorsiones y homicidios. En esa ocasión se localizaron armas cortantes y de fuego, teléfonos celulares, bebidas alcohólicas y Q180 mil en efectivo.
La construcción de esa cárcel tuvo un costo de Q3 millones en infraestructura, más Q1 millón 300 mil en mobiliario y equipo, entre el cual se incluye un sistema de circuito cerrado para vigilancia y un sistema de rayos X para impedir el ingreso de ilícitos.
El edificio también cuenta con salas de videoconferencias para procedimientos judiciales, con el fin de evitar traslados de reclusos a los juzgados.
Las autoridades aseguraron que en los dormitorios y otras áreas de esta cárcel no hay focos ni tomacorrientes; además, los pisos están diseñados para no permitir la construcción de caletas y las paredes están selladas. La prisión tiene capacidad para 252 internos y cuenta con 120 guardias.