Los países de Centroamérica recibieron US$31 mil 946.2 millones en divisas por remesas familiares (unos Q245 mil 984 millones) entre enero y junio del 2025, lo que representa un incremento del 18.1% en comparación con el mismo período del 2024. La cifra apunta a ser histórica al cierre del ejercicio y se convertiría en un compensador de la política arancelaria implementada por los Estados Unidos a sus socios comerciales.
Así lo reveló el reporte Panorama macroeconómico de la región Centroamericana y República Dominicana, presentado por Odalis Francisco Marte Alevante, quien es el responsable de la Secretaría Ejecutiva del Consejo Monetario Centroamericano (Semca), con sede en San José, Costa Rica, donde se actualizaron varios indicadores sobre el desempeño de la región centroamericana.
Las estadísticas confirman que los países de Centroamérica recibieron US$4 mil 893.3 millones adicionales, sobre todo en los países del Triángulo Norte —Guatemala, El Salvador y Honduras—, que muestran tasas de crecimiento superiores al 20%, por encima del promedio regional del 18%, con datos analizados hasta el 30 de junio último.
Ante este comportamiento, la Semca prevé que al cierre del 2025 la mayoría de los países de Centroamérica y República Dominicana (Card) registrarán una mejora en la cuenta corriente de la balanza de pagos, influenciada por el ingreso de remesas y el turismo receptivo.
“En el corto plazo, el efecto en términos de remesas ha sido lo contrario. Justamente la incertidumbre en torno a la política migratoria en Estados Unidos está produciendo el efecto de que nuestros emigrados están enviando más remesas, tal vez por precaución, y por eso se están observando tasas de crecimiento superiores al 20% en países del Triángulo Norte y por encima del 15% en otros”, remarcó Marte Alevante, al ser consultado sobre los posibles efectos de la política arancelaria en la región.
El directivo consideró que el flujo de remesas ha sido “bastante notable” en la región y destacó que, en el corto plazo, su recepción es muy importante, en torno a US$5 mil millones adicionales.
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Explicó que, ante este incremento y dependiendo del uso, podría haber un mayor impacto en el consumo de los hogares y, en el mediano plazo, influir en la evolución de los precios. No obstante, también se observa que algunas materias primas a escala internacional, como el petróleo y sus derivados, se han moderado, lo que incide en las economías.
En todo caso, un mayor flujo de remesas en Centroamérica estaría impulsando un mayor consumo en los hogares y una mayor demanda agregada, que podría influir en el nivel general de precios.
Economías de más del 3% en 2025
En el sector real, el reporte expone que, a pesar de la incertidumbre generada por el principal socio comercial, las economías de la región Card crecerían más de 3%, por encima del promedio latinoamericano estimado en 2.2%, según el informe del Fondo Monetario Internacional (FMI) de julio pasado.
El análisis del Semca detalla que, a mayo, los países Card registraron un crecimiento interanual de 3.5%, levemente inferior en 0.91 punto porcentual respecto al crecimiento de mayo del 2024, cuando fue de 4.4%.
“En el corto plazo, el efecto en términos de remesas ha sido lo contrario. Justamente la incertidumbre en torno a la política migratoria en Estados Unidos está produciendo el efecto de que nuestros emigrados están enviando más remesas»
Odalis Francisco Marte Alevante, secretario ejecutivo Semca
El crecimiento acumulado de enero a mayo del 2025 fue de 3.3%.
Las cifras disponibles hasta mayo indican que Costa Rica registró una tasa de 4%, Guatemala 3.9% y Honduras 3.8%, todas por encima del crecimiento acumulado regional de 3.3%. En tanto, Nicaragua reportó 2.9%, República Dominicana 2.6% y El Salvador 2.5%.
La tasa de expansión en la región se califica como congruente con el crecimiento proyectado para la economía mundial de 3% en 2025.
Sectores financieros y de seguros impulsan economías
Por actividad sectorial, durante el primer semestre del año, el Semca apunta que tres actividades muestran mayor dinamismo en el desempeño económico regional y una permanece rezagada.
La primera corresponde a actividades financieras y de seguros, con mayor impulso en Honduras, República Dominicana, El Salvador, Nicaragua y Costa Rica.
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Le sigue transporte y almacenamiento, con impacto positivo en Costa Rica, Honduras, República Dominicana y Nicaragua.
El comercio impulsó la producción en Nicaragua y registró un crecimiento moderado en República Dominicana, El Salvador, Costa Rica y Honduras.
El informe resalta que el turismo muestra bajo crecimiento en la mayoría de los países, con caídas acumuladas a mayo en Costa Rica, Honduras y República Dominicana. Solo Nicaragua reportó crecimiento.
Precios muestran tendencia de estabilización
En cuanto al índice general de precios, el Semca subraya que, a julio, la variación interanual promedio del índice de precios al consumidor (IPC) alcanzó 1.75%, menor al 3.2% de julio del 2024, lo que consolida una tendencia de estabilización en la serie de los últimos 10 meses.
El informe destaca que el rubro de alimentos y bebidas no alcohólicas “ya no tuvo el impacto más amplio en la región”, aunque el aporte de las distintas divisiones ha sido más heterogéneo.
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El director del Semca remarcó que la inflación está contenida, generalmente dentro de los rangos establecidos por los bancos centrales y, en algunos casos, por debajo de la meta.
Déficit comercial regional baja 4.6% en primer semestre
Centroamérica acumuló un déficit comercial de enero a junio de US$26,563.9 millones, menor en US$1 mil 274.6 millones (-4.6%) respecto al registrado en el mismo período del 2024, como resultado del incremento de las exportaciones en 11.6%.
En paralelo, se reportó un ingreso de inversión extranjera directa (IED) en el primer trimestre de US$3 mil 949.1 millones, equivalente a un aumento de US$198.9 millones frente al 2024.
Los capitales se concentraron en República Dominicana, Costa Rica y Guatemala, que representaron el 70% de la IED.
Costa Rica lidera endeudamiento regional con 58% del PIB
En el ámbito fiscal regional, el Semca considera que la disciplina en las finanzas públicas sigue respaldando el anclaje de las expectativas de riesgo, a pesar de la incertidumbre global.
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A junio, la región Card mantiene una deuda del Gobierno Central de US$196,070 millones, equivalente al 43.8% del PIB.
Por país, el saldo de deuda del Gobierno Central como porcentaje del PIB a junio es el siguiente: Costa Rica, 58%; El Salvador, 55.3%; República Dominicana, 48.1%; Honduras, 43.8%; Nicaragua, 33.8%; y Guatemala, 26%.
El informe resalta que la mejora en la percepción de riesgo ha tenido un impacto positivo en la reducción de costos financieros y en el acceso a mayor financiamiento, lo que atrae inversionistas y genera un círculo virtuoso que permite a la región fondear la expansión de sus economías.
Finalmente, luego del repunte inflacionario entre 2021-2022, la región ha transitado hacia un periodo de normalización monetaria, sobre todo en los ajustes graduales de las tasas de referencia y en la evolución a la liquidez.
Prevé crecimiento de 3.4% en el Card hasta 2026
En el manejo de escenarios, se menciona que la economía de EE. UU. crecería 1.7% en el 2025 y 1.8% en el 2026. El precio del barril de petróleo WTI se ubicaría por debajo de US$70 y la tasa de referencia de la Reserva Federal (Fed) cerraría el año entre 4% y 4.25%, mientras que en el 2026 sería de 3.5%.
Según el Semca, bajo ese supuesto la región Card tendría un crecimiento de 3.4% en el 2025 y de igual porcentaje en el 2026.
La inflación regional cerraría en 2.6%, considerada “baja y estable”, y alcanzaría 3.4% en el 2026.
Entre los factores con expectativas de incidencia en el desempeño económico se destacan:
Al alza:
- Recolocación de capitales, que en el caso de la región podría significar un aumento de la inversión extranjera directa.
- Mejor desempeño de la economía de Estados Unidos y de otros socios comerciales relevantes.
A la baja:
- Barreras arancelarias y reducción del comercio internacional, con efectos negativos en la actividad productiva y en los precios de la región.
- Crecimiento económico de socios comerciales menor al previsto.
- Exposición a eventos climáticos extremos que podrían incidir en las variables macroeconómicas.