El Rule of Law Index, emitido por el World Justice Project, es uno de los principales instrumentos para presentar la situación del Estado de Derecho en los países. El indicador se construye del análisis de ocho factores: límites a los poderes del gobierno, ausencia de corrupción, gobierno abierto, derechos fundamentales, orden y seguridad, cumplimiento regulatorio, justicia civil y justicia penal. Se analizan 142 países, y finalmente se les asigna una puntuación entre cero y uno. El cero indica el menor grado de adherencia al Estado de Derecho, y el uno el mayor.
En la última edición, que mide la situación en 2024, El Salvador obtuvo una puntuación de 0.43. Se ubicó en la posición 111 de 143 países evaluados. Hace diez años tenía una puntuación de 0.51. La caída se agudizó a partir de 2021. El Salvador se aleja cada vez más del Estado de Derecho.
Países similares y de las regiones centro y suramericanas muestran que se puede estar mejor. Costa Rica ocupa la posición 29 con una puntuación de 0.68, y Uruguay el puesto 24 con 0.72. En el puesto 111, El Salvador es parte del mismo club al que pertenecen Líbano (108), Liberia (109), Sierra Leona (110), Madagascar (112), Rusia (113), Níger (114) y Angola (115).
Hoy se celebra el Día del Abogado. Es un momento oportuno para que los abogados reflexionen sobre su papel en un entorno con un Estado de Derecho en declive. ¿Para qué sirve un abogado cuando es irrelevante la predictibilidad de la ley? ¿Para qué es útil un abogado si los jueces no actúan con imparcialidad? En un país sin Estado de Derecho, el abogado vale cada vez menos. Por el contrario, en un país en donde lo que importa es la discrecionalidad de los gobernantes y no la ley, quienes asumen mayor importancia son los lobistas. La materia prima con que trabajan los abogados es el Derecho; la de los lobistas, los favores.
El deterioro del Estado de Derecho en El Salvador es responsabilidad de los salvadoreños. Y en particular, de los abogados. El gremio ha sido pasmosamente pasivo en este proceso de deterioro. El silencio de los abogados fue un suicidio profesional colectivo.
Ruth López y Enrique Anaya, dos abogados que sí defendieron el Estado de Derecho en las condiciones más adversas, hoy permanecen detenidos. Enfrentan procesos penales en un sistema sin Estado de Derecho. Mientras tanto, la mayoría del gremio se cobijó en el conformismo y el silencio. Esa actitud no es supervivencia, es una muerte lenta.
Algunos podrán intentar justificar que, aun sin Estado de Derecho, puede ejercerse la profesión en el ámbito civil y mercantil. Es un error. El deterioro del Estado de Derecho es un problema transversal. El Rule of Law Index presenta la justicia civil en El Salvador con una puntuación de 0.49. Este factor también cayó desde 2021.
La pericia jurídica pierde valor cuando no hay Estado de Derecho. Lo que importa es el tráfico de favores y el acceso a los gobernantes. En este 30 de junio, Día del Abogado, cada uno podrá reflexionar si quiere continuar siéndolo o si acepta dócilmente la irrelevancia a la que le condena la falta de Estado de Derecho.
