En comparación con el año pasado, los consumidores guatemaltecos están destinando menos dinero a la compra de combustibles, según los datos del costo de importación de los derivados del petróleo —conocido como factura petrolera—, que registra mensualmente la Dirección General de Hidrocarburos (DGH).
El costo por la importación de productos energéticos de enero a abril de este año es de US$1 mil 512.1 millones, equivalentes a unos Q11 mil 642 millones, lo que supone un ahorro para los compradores de gasolinas, diésel, gas licuado de petróleo, grasas y lubricantes, queroseno, solventes, gasolina de avión, entre otros, según las estadísticas.
En el mismo periodo del 2024, el monto total fue de US$1 mil 637.9 millones, lo que representó unos Q12 mil 611 millones.
Es decir, que en 2025 hay una reducción de US$125.7 millones, equivalentes a Q968 millones, que los consumidores nacionales han destinado a otros rubros.
Eso significa que, en promedio, la factura petrolera fue de US$378 millones mensuales en 2025, cifra menor a los US$409 millones del año pasado.
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El reporte del Índice de Precios al Consumidor (IPC) de mayo pasado indica que el precio internacional del petróleo se situó en US$62.17 por barril, lo que significó una variación de -22.31%, es decir, US$17.86 menos en comparación con mayo del 2024.
En mayo del año pasado, el precio promedio registrado por el IPC fue de US$80.02; sin embargo, fue en julio cuando se registró el más a|lto, al alcanzar los US$81.80.
Contexto actual
La tendencia de los precios internacionales podría cambiar debido a las tensiones geopolíticas, sobre todo por el conflicto entre Israel e Irán y el posible cierre del estrecho de Ormuz, que podría generar incertidumbre en el mercado internacional y activar la prima de riesgo en las futuras cotizaciones.
Por el estrecho de Ormuz transita entre el 20% y el 30% de los buques petroleros, y cualquier incidencia puede influir en las variaciones del precio internacional del crudo.
Por producto
El 72.1% de la factura petrolera en el primer cuatrimestre se concentra en tres productos: diésel y gasolinas regular y superior, que en conjunto suman US$1 mil 91 millones.
Por ejemplo, para diésel se han destinado divisas al exterior por US$519.2 millones; por gasolina regular, US$309.11 millones; y por gasolina superior, US$263.08 millones, los energéticos más importantes en la importación y consumo de Guatemala.
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Representantes de la cadena comercializadora indican que el diésel es el producto más utilizado en el país para el transporte de mercancías y personas; en tanto, la gasolina regular ha ganado participación en el mercado, asociada al crecimiento del parque vehicular, especialmente el de motocicletas.
Importación
Las plantas refinadoras de Estados Unidos, México y Colombia abastecen a Guatemala de derivados del petróleo por vía marítima. Se han importado 16.5 millones de barriles de 42 galones, según las estadísticas de la DGH.
«El resultado de la factura petrolera refleja en el mercado local los diferentes ajustes del mercado internacional del barril de crudo, del cual Guatemala es un importador neto de derivados o productos refinados»
Abel Cruz Calderón, vicerrector UMES
De los tres productos más importantes —diésel y gasolinas— se han importado 11.6 millones de barriles, lo que representa el 70% del total de las adquisiciones de enero a abril.
De diésel se han importado 5.5 millones de barriles; de gasolina regular, 3.3 millones; y de superior, 2.7 millones.
Más consumo
Las cifras del consumo o ventas registradas por la DGH en el mercado local indican un total de 17.2 millones de barriles de enero a abril de este año, lo que supone un leve incremento del 1.6% en relación con el mismo periodo del 2024, cuando fue de 17 millones.
Esto indica que, a menor precio de los combustibles, hay un mayor consumo de energéticos.
Por producto, el diésel es el de mayor demanda en Guatemala: en el primer cuatrimestre se consumieron 5.7 millones de barriles; de gasolina regular, 3.3 millones; y de superior, 2.8 millones.
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Abel Cruz Calderón, vicerrector de la Universidad Mesoamericana, aseguró que el resultado de la factura petrolera refleja en el mercado local los diferentes ajustes del mercado internacional del barril de crudo, del cual Guatemala es un importador neto de derivados o productos refinados.
Asimismo, el indicador muestra señales de recuperación de la actividad productiva por los volúmenes, costos e importación.
Escenario en corto plazo
Consultado sobre qué podría esperarse en los próximos días respecto a la cotización internacional del crudo, Raúl Bouscayrol, presidente de la Cámara de Industria de Guatemala (CIG), respondió que el precio del Brent (referencia en Europa) y del WTI (referencia para Guatemala) probablemente oscilará entre los US$70 y US$80, con una volatilidad moderada.
Recordó que la firma Goldman Sachs calculaba una prima de riesgo de US$10 que podría llevar el Brent hasta US$90 —eso antes de las disrupciones en Irán—, mientras que Barclays lo estimaba en US$100 como escenario factible.
No obstante, un aumento en la producción de Arabia Saudita vía el mar Rojo y señales de desescalada contribuirían a la estabilización de los mercados.
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“La presencia naval reforzada de EE. UU. en el golfo Pérsico, capaz de mantener abierto el estrecho de Ormuz, también contribuye a la estabilidad. Sin interrupciones significativas, no se espera una subida descontrolada; pero la industria guatemalteca debe prepararse para costos ligeramente más altos en el corto plazo”, afirmó el presidente de la CIG.
En ese mismo sentido opinó el empresario Alejandro Ceballos, vicepresidente de la Comisión de Vestuario y Textil (Vestex), adscrita a la Asociación Guatemalteca de Exportadores (Agexport), quien explicó que, si bien el precio del petróleo ha tenido altibajos, se prevé que alcance precios entre US$80 y US$90 por barril, debido a los costos de transporte y seguros.
Actualmente, el precio promedio se sitúa en US$73 por barril, con pequeñas variaciones al alza o a la baja.
Álvaro González Ricci, presidente del Banco de Guatemala (Banguat), consideró que, si Irán responde y se percibe una posible interrupción del suministro de petróleo, los precios podrían aumentar rápidamente.
