El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, informó este sábado 21 de junio, el ataque de tres instalaciones nucleares en Irán: Fordo, Natanz e Isfahán.
Previamente, The New York Times y The Washington Post habían reportado que varios aviones B-2 Spirit habían partido de la Base de la Fuerza Aérea Whiteman, en Missouri, en la noche entre el viernes y el sábado.
Este domingo, la administración Trump confirmó que se usaron bombarderos furtivos estratégicos B-2.
Los B-2 son unos aviones tipo Stealth, conocidos por su característica de ser casi que indetectables por distintas tecnologías.
De acuerdo con Northrop Grumman, empresa que ensambla los B-2, este avión puede transportar una carga útil de 20 toneladas.
En el caso de los misiles usados para atacar las instalaciones nucleares de Irán, las defensas estadounidenses cargaron estos aviones con el “penetrador de municiones masivo (MOP) GBU-57A/B”, con un peso de 13.6 toneladas.
Sin embargo, las Fuerzas Aéreas de Estados Unidos afirman que han probado con éxito que el B-2 puede transportar dos GBU-57A/B, lo que supone un peso total de unos 27 toneladas.
El B-2, con 21 metros de largo, 5.18 metros de alto y una envergadura de 52 metros, mide la mitad de la longitud de un campo de fútbol. Además, puede recorrer 11,112 kilómetros sin repostar y 18,520 kilómetros con un solo repostaje, lo mismo que salir desde Ciudad de Panamá, ir hasta Beijing, China (14,800 kilómetros aproximadamente) y aterrizar en Yakarta, Indonesia.
Este avión fue utilizado por primera vez durante la Operación Fuerza Aliada en 1999, donde dos B-2 volaron más de 31 horas desde la Base Aérea Whiteman en Missouri hasta Kosovo y atacaron múltiples objetivos.
La tecnología del B-2 Spirit tuvo su primera aplicación operativa en el F-117 Nighthawk, considerado el primer avión de combate diseñado específicamente con capacidades furtivas.
De acuerdo con una investigación del abogado Fernando Berguido, autor de la obra El Colapso de Panamá, la primera misión de combate del F-117 tuvo lugar durante la invasión estadounidense de Panamá el 21 de diciembre de 1989.
Dicho modelo, fue usado hace 35 años durante la Operación Causa Justa, denominada así por la administración del expresidente George Bush (1989-1993), para derrocar al dictador Manuel Antonio Noriega, quien era buscado por las autoridades estadounidenses por crimen organizado y tráfico de drogas.
Según Berguido, Estados Unidos utilizó dos aviones F-117 en Río Hato la madrugada del 20 de diciembre, que transportaban las dos bombas de 2,000 libras que dejaron caer en la antigua base militar de las desaparecidas Fuerzas de Defensa de Panamá, ubicada en la provincia de Coclé.
Dichas bombas fueron arrojadas cerca de las barracas de la base con el fin de asustar y desorientar a las tropas de la Séptima Compañía de Infantería Macho de Monte, también conocida como Batallón Macho de Monte, mientras los paracaidistas del Regimiento 75 de los Rangers del Ejército de Estados Unidos llegaban a tierra para la rendición de los militares panameños.