La derrota 1-2 frente a Surinam en el estadio Cuscatlán dejó un sabor amargo en la selección salvadoreña y Darwin Cerén no lo ocultó tras el pitazo final que deja a El Salvador con tres puntos en dos fechas.
“Una derrota en casa siempre va a doler y bastante. Estamos tristes, pero ya estuvo, eso quedó en el pasado y tenemos que pensar en lo que se viene”, comentó el mediocampista, consciente de lo que significa ceder puntos como local en una eliminatoria.
Cerén reconoció que al equipo le faltó confianza y determinación en momentos puntuales del partido: “Hoy faltó cortar la jugada en momentos clave porque ellos en las transiciones son rápidos y agresivos. En el segundo gol por la banda pudimos hacer algo más. Es rescatable el esfuerzo del grupo, aunque no valió de nada”.
El capitán también valoró el apoyo de la afición que se hizo presente en el Cuscatlán. “Sabemos que ahora se vino mucha gente, nos respaldaron a nosotros y al sueño mundialista. Esperamos contar con ellos en las próximas jornadas determinantes”.
De cara al futuro, Cerén pidió dar vuelta a la página y concentrarse en los próximos compromisos. “Esto va empezando y demostramos que el equipo quiere. Hay que ser fuertes como locales y salir a matar, porque esta vez quedamos a deberle a la gente y eso duele bastante”, concluyó.
