Pinar del Río cayó ante La Habana, y Villa Clara frente a Matanzas, para dejar sin invictos el VIII Campeonato Nacional de Beisbol, que en menos de una semana ya tiene suspendidos cinco partidos.
Liandy Pumas y Fer Cejas, este en rol de rescatista salvador, dejaron en seis imparables a los vueltabajeros, en tanto sus compañeros los respaldaron con ocho, incluyendo el jonrón de Carlos Nieto, uno de los tres que botaron la pelota ayer.
Mientras eso ocurría en el Capitán San Luis, en el Victoria de Girón fueron necesarios cuatro innings más de los siete contemplados en el reglamento del torneo. En 11 entradas, los yumurinos vencieron, por 11-10, cuando perdían en el quinto, con marcador de 4-0.
En ese capítulo, los anfitriones fabricaron seis anotaciones, en las que pesó un mundo el cuadrangular con bases llenas de Brayan Peña. Los villaclareños pegaron ocho indiscutibles por siete sus rivales, quienes al campo cometieron cuatro errores. Yosley García fue el lanzador ganador.
Problemas de transporte frustraron la realización del duelo Cienfuegos-Mayabeque, en San José de las Lajas, y aún no sabíamos las causas de la no celebración, en la Isla de la Juventud, del desafío entre los locales y Artemisa. Lo cierto es que los pineros siguen sin salir al terreno, pues –como ya sabemos– el pasado fin de semana no encontraron hospedaje en La Habana.
Camagüey doblegó (3-2) a Ciego de Ávila, con triunfo de Edgar Suárez; Las Tunas pasó por encima de Sancti Spíritus, con Sergio Fernández como ganador y vuelacerca de Yadier Guerra; y Lázaro Mejías blanqueó a Granma, con solo dos incogibles permitidos, para que Guantánamo emergiera vencedor. También destacada fue la actuación del granmense Brayan Altunaga, quien paró en tres inatrapables a los santiagueros.
Además de la suerte corrida por los partidos suspendidos, este torneo está «alejado de la zona de strike».
¿Cómo es posible que, si es tan importante, pase por la ausencia de una plataforma que recoja la labor de cada jugador y los resultados de cada juego?
Da la sensación de muy poca previsión, y de falta de rigor en la preparación y aseguramiento de un certamen que sí es vital en el desarrollo de nuestro beisbol que, en materia deportes, de cultura y de nacionalidad, son palabras mayores.
