En tanto, hay una gran posibilidad de que dichos aranceles entren en vigor en julio, según lo previsto.
No obstante, Lutnick predijo que se cerrarán “muchos acuerdos” antes de la fecha límite de julio, pese a que, por el momento, la Casa Blanca ha anunciado pocos pactos con socios extranjeros.
En lo referente a un fallo judicial emitido el miércoles que prohíbe los aranceles globales de Trump – fallo que fue apelado ese mismo día- el secretario de Comercio dijo que van a llevar el caso “a tribunales superiores”.
“El presidente va a ganar, como siempre, pero tengan la seguridad de que los aranceles no van a desaparecer. Tiene tantas otras facultades que, incluso en la extraña e inusual circunstancia de que se eliminara esta, simplemente recurriremos”, dijo Lutnick.
Secretario del Tesoro defiende alza de aranceles al acero
En tanto el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, dijo este domingo que los aranceles al acero impuesto por la administración de Donald Trump tendrán un “impacto significativo en la industria siderúrgica” al garantizar la estabilidad laboral de los trabajadores siderúrgicos estadounidenses.
El presidente estadounidense informó el viernes de que la subida de los aranceles al acero del 25 % al 50 % entrará en vigor el próximo 4 de junio, y aclaró que el incremento también aplica al aluminio.
Bessent afirmó el domingo 1 de junio en el programa de CBS ‘Face the Nation’ que aún no está claro cómo los aranceles, que probablemente provocarán un aumento de los precios del acero en Estados Unidos, afectarán a la industria de la construcción, ya que se trata de un “ecosistema muy complejo”.
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Según Bessent, los aranceles son necesarios porque “existen prioridades de seguridad nacional para contar con una industria siderúrgica fuerte”.
Trump anotó esta semana que en un principio pensó en incrementar estos gravámenes al 40 %, pero los ejecutivos de la industria le pidieron que los subiera al 50 %.
El anuncio de Trump tuvo lugar apenas un día después de que una Corte de Apelaciones levantara el bloqueo del Tribunal de Comercio Internacional de buena parte de la política arancelaria de EE.UU. sobre las importaciones de numerosos países.
Este bloqueo no habría afectado a los gravámenes al acero, sino a los anunciados el 2 de abril, que consisten en un arancel global del 10 % para prácticamente todos los socios comerciales de EE.UU..
Además, también habría bloqueado a una proporción -que quedó congelada hasta julio para firmar acuerdos- que varía según el país, en función de déficits y volúmenes comerciales, y que la Casa Blanca etiquetó como “aranceles recíprocos”.