La situación en Changuinola, provincia de Bocas del Toro, ha escalado a niveles críticos debido al prolongado cierre de vías, lo que ha interrumpido por completo el transporte de mercancías y combustible.
Aunque el centro de Changuinola se encuentra sin bloqueos, a excepción del puente que lleva su mismo nombre, los camiones no han podido llegar a la zona debido a los cierres en áreas como Almirante y Chiriquí Grande.
Aris Pimentel, presidente de la Cámara de Comercio de Bocas del Toro, subrayó que en estos momentos no hay gasolina disponible en Changuinola y que los productos comestibles escasean en la mayoría de los comercios. “La mayoría de las panaderías ya no tiene harina. Los negocios están desabastecidos porque llevamos una semana sin transporte”, indicó.
Alternativas
Ante la imposibilidad de utilizar las rutas habituales, las empresas han comenzado a considerar una vía alterna que implica cruzar la frontera por Paso Canoas, transitar por territorio costarricense hasta llegar a Sixaola y reingresar a Panamá por Guabito.
Aunque esta opción no es nueva, implementarla requiere una logística compleja y permisos especiales, los cuales ya fueron gestionados ante el gobierno de Costa Rica. “Eso nos toma entre 12 y 18 horas de viaje por camión”, explicó Pimentel.
El uso de esta ruta comenzó a activarse recientemente. “Hoy mismo estamos informando a empresas como Feduro, Dicarina, Coca-Cola y a las cadenas de supermercados Grupo Rey y Super Extra que ya pueden usar esta vía”, señaló el dirigente.
Los permisos se consiguieron a través de la cooperativa bananera Coobana, que tiene interés en movilizar su producción. El gobierno costarricense autorizó el paso como medida de emergencia, similar a lo ocurrido hace dos años durante un deslizamiento en la carretera.

Sin embargo, Pimentel fue enfático en advertir que la escasez actual es severa.
“La estrategia que se está aplicando es principalmente para traer productos comestibles. Todavía no me han confirmado si también se podrá transportar combustible, pero supongo que sí, porque es una necesidad básica”, sostuvo. Mientras tanto, las estaciones de servicio en Changuinola están prácticamente vacías.
Complicaciones
El impacto económico ha sido devastador para los comercios locales. Según el dirigente, varios negocios han cerrado y no todos podrán volver a abrir. “Una situación como esta lleva a la quiebra a cualquier empresa que no esté muy estable. No solo se pierden ventas, sino también productos perecederos y compromisos financieros que no se pueden cumplir”, advirtió.
Los productores agrícolas enfrentan pérdidas aún mayores. “Si la cosecha está lista pero no se puede transportar, se pierde. Así de simple. Y en este momento no hay forma viable de mover la producción dentro del país”, agregó Pimentel. La falta de acceso a insumos, combustible y rutas seguras compromete no solo la economía regional, sino también la seguridad alimentaria.
Pimentel insistió en que se requiere una solución estructural y no solo paliativos logísticos. “No es sostenible depender de una ruta internacional que implica 18 horas de viaje. Esto debe resolverse con diálogo y el desbloqueo inmediato de las vías en Panamá. Estamos en una situación de crisis”, enfatizó.
Mientras tanto, los empresarios locales continúan buscando formas de sobrevivir en medio del caos. “Estamos haciendo lo que podemos. Pero si esto sigue, no solo perdemos negocios, perdemos comunidad. Muchos están pensando en irse o cerrar definitivamente. Y eso sería el principio del fin para Changuinola”, concluyó Pimentel.