Bayameses rinden tributo al patricio José Joaquín Palma

Bayameses rinden tributo al patricio José Joaquín Palma

Bayamo, Granma– En el aniversario 141 del natalicio de José Joaquín Palma Lasso, los bayameses rindieron hoy un emotivo tributo al poeta, periodista, educador y héroe independentista, recordando al hombre cuya humildad y patriotismo trascendieron fronteras.

Ciudadanos, representantes de la Uneac y del sector de la Cultura, se congregaron frente al monumento  tallado en piedra en el Retablo de los Héroes, y que preserva en Bayamo, desde 1951, los restos mortales de un hombre insigne de la nación. 

La ceremonia destacó no solo su labor como luchador y colaborador de Céspedes y Martí, sino también su legado intangible: la autoría anónima del himno nacional de Guatemala, gesto que reflejó su desapego a la fama hasta el final de sus días.

El homenaje -en el que estuvo presente también, el investigador e intelectual manzanillero Delio Gabriel Orozco González, merecedor del Premio al Mérito Literario José Joaquín Palma en este año- reafirmó el compromiso de mantener viva su memoria en las aulas, honrando al patriota que solo pidió descansar para siempre bajo un sauce en la orilla sagrada del río de su amada ciudad.

Justo allí, a la sombra del obelisco que custodia el parque, la alegría de los niños contrasta con su desconocimiento sobre el ilustre poeta y patriota bayamés; un hombre cuya existencia fecunda y obra perdurable conquistaron para él un sitio eterno en la memoria de la nación cubana.

Nacido en Bayamo el 11 de septiembre de 1844 —hace hoy 141 años—, Palma demostró desde joven un talento excepcional para las artes y las letras, vocación que mantendría con intensidad a lo largo de su vida, con la misma pasión con la que se sumaría a la lucha independentista por la libertad de su patria.

Contaba solo con 24 años cuando, el luminoso amanecer de octubre de 1868, el estallido de La Demajagua marcó el inicio de la guerra por la independencia de Cuba. Sin vacilar, se unió a la causa emancipadora junto a figuras como Perucho Figueredo, Francisco Vicente Aguilera y Carlos Manuel de Céspedes, de quien llegó a ser Ayudante de Campo.

Su casa, consumida por las llamas junto a la ciudad en 1869, fue parte del acto de sacrificio que simboliza su entrega a la libertad de Cuba.

Dada su participación en la guerra, se ve obligado a emigrar. Se traslada en 1873 a Jamaica y, posteriormente, a Nueva York y Honduras, hasta que se establece en Guatemala. Fue cónsul general de Cuba en Guatemala. En ese país, fallece el dos de agosto de 1911.

Foto: Radio Bayamo

Fuentes

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