Abimael, un artista urbano, se vuelve Transformer en Puebla

Abimael, un artista urbano, se vuelve Transformer en Puebla

Baterías, plástico, luces, madera, metal, alambres, motores y ruedas: con estos materiales cobra vida el Transformer poblano, una creación que desde hace siete años sorprende por igual a chicos y grandes.

En las calles del Centro Histórico de Puebla, Abimael Monge Jiménez, quien se presenta artísticamente como Abiformer o Abitron, asegura que enfundarse en su caracterización y sentir la respuesta del público es, para él, “el éxito de su niño interior”.

“Siempre, de niño, cuando te decían: muy bien o está bien hecho, me alegraba. Y ahora, al ver a las personas asombrarse cuando me transformo o hago el performance, me da gusto; me pongo contento de que ellos estén contentos. Es algo fuera de lo común, algo que empecé a investigar y que, tras varios intentos y momentos de pérdida de fe, logré centrar en mis ideas y, poco a poco, completar.”

En entrevista con MILENIO, el artista poblano relató que desde niño tuvo la pasión y la facilidad para reparar objetos y crear cosas nuevas. Sin embargo, fue hace ocho años que su compañera de vida, reconocida artista urbana, lo motivó a cambiar de rumbo y dejar su empleo en una cafetería para salir a conquistar las calles.

Sigue el sueño infantil

“Cuando era niño me gustaba inventar cosas; me llamaban la atención las luces. Entonces comencé a dejar fluir mi creatividad y, tras nueve meses, hice mi primer Transformer”, compartió.

Explica que aquella primera creación fue especialmente complicada, ya que realizó varias pruebas, experimentó con distintos materiales y el carrito alcanzó a pesar 20 kilos, una carga que dificultaba tanto su movilidad como el efecto visual que buscaba lograr.

El poblano se caracteriza creativamente y artísticamente con objetos singulares | Foto: Melanie Torres

Es por ello que, con el tiempo, perfeccionó su método y optó por materiales más ligeros, reduciendo el proceso de elaboración a un mes. Así creó un nuevo modelo, esta vez un tráiler, con el que se volvió más reconocido entre los poblanos e incluso entre turistas nacionales y extranjeros.

“Fue un proceso largo porque no tenía quién me ayudara a aterrizar mi idea. Yo me lo imaginaba y, a partir de ahí, compraba los materiales. Me lo ponía, me lo quitaba, lo medía, hacía pruebas… y así quedó ese carrito naranja tipo Chevy, pero pesaba 20 kilos. Lo deshice después y comencé otro, más ligero y con mayor movilidad”, detalló.

En este camino, Abiformer ha creado también un vochito amarillo, un carro rojo y el modelo café, el que utiliza actualmente.

Resaltó que sus personajes se han vuelto tan populares en el Centro Histórico de la capital poblana, uno de los lugares más pintorescos de la entidad, donde las familias pasan tiempo de calidad y tienen la oportunidad de adentrarse a la cultura, que ahora también son solicitados para animar fiestas infantiles.

“Me he dado cuenta de mi creatividad, pero también de que no puedo quedarme en un solo modelo, porque uno puede estancarse. Por eso siempre trato de modificar mis creaciones: que sean más luminosas, que tengan más movimiento. Les quito y les pongo cosas. Para mí es un reto, y la magia ocurre cuando la gente ve cómo me transformo”, afirmó.

Entrevistado dentro de su hogar, detalló a MILENIO que ha convertido este lugar en el taller ideal para sus creaciones. Compartió que la mayoría de los materiales que utiliza son encontrados en bazares de artículos usados, y que la inversión más alta es el tiempo, aunque con la práctica ya no comete los mismos errores al momento de armar.

El artista poblano se caracteriza, disfraza y realiza performance
Monge Jiménezes un creador artístico que realiza performance en las calles. | Melanie Torres

La calle, su set

Abundó que es en el Centro Histórico de la capital poblana donde se instala los fines de semana, al destacar que cuenta con el permiso correspondiente por parte del ayuntamiento para realizar su arte y compartir su talento con las personas que recorren estas calles.

“Los sábados me coloco en la 5 de Mayo, en calles donde tenga espacio para maniobrar; y los domingos, enfrente de la Catedral; ya muchos me conocen”, dijo contento mientras continuaba colocándose el traje, labor en la que tarda una hora y media.

A su vez, indicó que primero revisa todos los artículos que necesita, como las baterías, las muñequeras, el gorro protector para evitar que se enrede el casco con su cabello, así como el vehículo que evoca a los Transformers.

Posteriormente, todo lo pone en su bicicleta para llegar a su punto de trabajo. Ya ahí, coloca un letrero con una frase –la cual va cambiando según su estado de ánimo–, se pone los patines, revisa su bocina para la voz de su personaje y finalmente se coloca el disfraz, y así comienza la magia de la transformación.

Es un creador creativo que realiza performance y diseña esculturas
El poblano trabaja por mantener su espectáculo actualizado. | Foto: Melanie Torres

MD

Fuentes

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