La magia de la Navidad, el frío que invita a acurrucarse bien o “envolverse” entre abrigos, guantes y bufandas, y el colorido de la época, se vive de manera muy especial en Europa. Pero no tiene que esperar pasar allí los días específicos de las fiestas navideñas, para disfrutar de un viaje que lo transporte a la niñez, a la alegría, música y gastronomía de la época. Si va desde finales de diciembre le espera quizás el viaje más bello del año, ¡o de su vida!, cuando visite sus famosos mercados navideños.