Las familias guatemaltecas se preparan para la temporada de fin de año. Durante esta época, una de las celebraciones católicas es el Adviento, festividad relacionada con las cuatro semanas de preparación para la Navidad, según la tradición católica. Un elemento característico de esta conmemoración son las velas que se colocan en la corona de Adviento durante cada domingo.
Según EWTN, el Adviento siempre incluye cuatro domingos y comienza el día más cercano a la festividad de San Andrés Apóstol, el 30 de noviembre, y se extiende hasta el día 24 del mes, cuando se celebra la Nochebuena e inicia la Misa de Navidad.
Este 2025, el primer domingo de Adviento tendrá lugar el próximo 30 de noviembre. Durante ese día, se enciende la primera vela de la corona que se coloca en los hogares durante esta temporada.
“Las velas se encienden una a una, como signo de que vamos iluminando nuestro camino hacia la llegada del Señor. Es la luz que ilumina cada vez más ante la oscuridad”, comenta Fray Geovany Molina, párroco guatemalteco.
Significado de las velas de la corona de Adviento y cómo colocarlas
El párroco Molina afirma que se utilizan tres velas moradas, una rosada y una blanca que se coloca en el centro de la corona de Adviento.
Molina añade que las velas moradas simbolizan la preparación y la rosada, la alegría. Durante cada domingo se prende una vela en este orden, según la tradición católica:
- Primer domingo de Adviento: se enciende una vela morada.
- Segundo domingo de Adviento: se prende otra vela morada.
- Tercer domingo de Adviento: se enciende la vela rosada, que simboliza la alegría de que la Navidad está cerca. Este día se conoce como “domingo de gaudete”, que en latín significa “alégrense”, de acuerdo con Aciprensa.
- Cuarto domingo de Adviento: se prende la última vela morada.
¿Qué se recomienda para los rezos durante cada domingo?
Según Molina, cada guía de rezo de la Corona de Adviento contiene sus propias oraciones, la lectura del Evangelio y una reflexión. “En caso no se tuviera, la reflexión del Evangelio dominical puede guiar la oración y la reflexión”, puntualiza.
Una de las recomendaciones esenciales para esta época es mantener una actitud de espera confiada, indica el párroco. “No es solamente una espera. Es la confianza de que Dios no nos abandona, que se hace uno de nosotros y nos sigue demostrando su amor, desde la humildad y la entrega”, añade.
Asimismo, enfatiza que la Navidad es un buen momento para pensar en los demás, en los necesitados y en los familiares que no hemos frecuentado recientemente. De esta manera, es posible compartir un tiempo de paz, caridad y oración con otros para prepararnos espiritualmente para una de las épocas más esperadas de cada año.











