Un reciente informe del departamento de Epidemiología del Ministerio de Salud (Minsa) evidencia que hasta la semana epidemiológica No.25 (del 15 al 21 de junio de 2025), Panamá ha registrado un total de 6,458 casos confirmados de dengue, con 10 muertes notificadas y un aumento en las áreas más afectadas, como San Miguelito y la región Metropolitana.
Distribución regional de casos
Según los datos proporcionados por el Minsa, las regiones más afectadas continúan siendo San Miguelito y la región Metropolitana, con una alta concentración de casos:
San Miguelito: 1,379 casos
Región metropolitana: 1,374 casos
Panamá Oeste: 754 casos
Panamá norte: 696 casos
Bocas del Toro: 453 casos
Además, regiones como Chiriquí, Los Santos, y Darién siguen presentando cifras preocupantes para las autoridades de salud, con 412, 361 y 211 casos, respectivamente. Los casos en Veraguas (209) y Colón (198) también se mantienen elevados, mientras que en Guna Yala se reporta una cifra mínima de 4 casos.
Defunciones y hospitalizaciones
En cuanto a la mortalidad asociada al dengue, el informe del MINSA revela que 10 personas han fallecido a causa de la enfermedad. Las defunciones se distribuyen de la siguiente manera:

Por otro lado, 576 pacientes han requerido hospitalización, lo que refleja la gravedad de la enfermedad en muchas de las personas afectadas.
El informe epidemiológico también resalta que la tasa de incidencia nacional en la semana No.25 es de 125.8 casos por 100,000 habitantes. Este dato sugiere un riesgo elevado de propagación del virus y la necesidad de redoblar esfuerzos en el control de vectores y la prevención de nuevos brotes.
En cuanto a los grupos de edad más afectados, la mayoría de los casos se concentran en personas de 10 a 59 años, lo que refleja una alta carga en la población adulta joven y de mediana edad. No obstante, la enfermedad no discrimina por edad, y los niños y adultos mayores también están expuestos a un riesgo significativo de complicaciones graves.
Serotipos predominantes
Uno de los factores más preocupantes en la actual epidemia de dengue en Panamá es la cocirculación de los serotipos DEN-3 y DEN-4. La presencia simultánea de estos serotipos aumenta el riesgo de casos graves y complicaciones fatales, ya que las infecciones previas con un serotipo distinto pueden predisponer a las personas a desarrollar formas más severas de la enfermedad en futuros contagios. Esto representa un desafío adicional para el control epidemiológico y la prevención de brotes.
El Minsa ha intensificado las acciones de control vectorial y ha solicitado el apoyo de la población para eliminar los criaderos de mosquitos, una de las medidas más efectivas para prevenir la proliferación del Aedes aegypti, el mosquito transmisor del dengue. Entre las principales estrategias preventivas, se incluyen:
Eliminar los criaderos de mosquitos: Recipientes con agua estancada como neumáticos, latas y botellas deben ser retirados de los hogares y áreas cercanas.
Realizar fumigaciones en las zonas de mayor incidencia, con el objetivo de reducir la población de mosquitos adultos.
Monitoreo y diagnóstico temprano: El Minsa insta a la población a no automedicarse y buscar atención médica temprana en caso de presentar síntomas de fiebre, dolor de cabeza, dolor ocular y dolores musculares, comunes en el dengue.
Además, la entidad reitera que la lucha contra el dengue no es solo responsabilidad de las autoridades sanitarias, sino que requiere un compromiso colectivo para eliminar los criaderos de mosquitos y asegurar un entorno libre de vectores. La educación comunitaria es clave para reducir los riesgos y evitar que más personas se vean afectadas por la enfermedad.
El dengue, si bien es una enfermedad prevenible, sigue siendo un problema de salud pública que requiere una respuesta rápida y coordinada entre las autoridades y la población.