Decenas de pobladores de Palín, Escuintla, temen que sus viviendas colapsen a causa de los temblores y optan por pasar una segunda noche bajo carpas instaladas en un campo de futbol.
Un enjambre sísmico que comenzó el martes pasado, a las 15.11 horas, no da tregua a los habitantes de Palín, donde las sacudidas son frecuentes y los daños en infraestructura evidentes. Por ello, muchas personas prefieren no dormir en sus casas.
Desde el martes, una gran cantidad de vecinos se instaló en el campo San Martín. Algunos regresaron a sus viviendas este miércoles, pero un número considerable se niega a hacerlo porque la tierra sigue temblando.
El enjambre causó daños en el parque central de Palín y en varias casas. Numerosas viviendas presentan grietas y sus propietarios temen que las paredes cedan ante los constantes movimientos telúricos.
Cinco fallecidos
Un hombre murió este miércoles a causa de un infarto, lo que elevó a cinco el número de fallecidos por los sismos que afectan a Guatemala desde el martes, según informó la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred).
Los movimientos más fuertes del enjambre alcanzaron magnitudes de 4.8 y 5.7 grados el martes por la tarde, con epicentros cercanos a la capital, y continuaron este miércoles.
La Conred indicó que el deceso más reciente corresponde a un hombre de 30 años, quien sufrió un infarto en su vivienda en la aldea Santa Inés, cercana a la ciudad de Antigua Guatemala.
“El reporte de la persona fallecida por problemas cardiacos fue el día de hoy (miércoles)”, indicó una fuente de la Conred a la AFP.
Horas antes, la entidad había informado que los fallecidos el martes eran cuatro: un hombre y su hijo adulto, sepultados por rocas en una carretera; una mujer y un adolescente, víctimas de deslaves.
Según el balance más reciente de la Conred, los sismos dejaron nueve personas heridas que están hospitalizadas, 653 damnificados, 300 albergados, 103 viviendas en riesgo por daños, 17 carreteras y un puente afectados.