El Ministerio Público recibe a diario un promedio de entre tres y cuatro denuncias por personas desaparecidas. Aunque la mayoría de los casos han sido resueltos, el volumen de reportes revela una tendencia que mantiene en alerta a las autoridades y a las familias.
En lo que va del año 2025, la entidad ha recibido 623 reportes de personas desaparecidas en todo el país, de las cuales 563 ya han sido ubicadas, según informó Gustavo Ernesto Barragán Ching, fiscal de circuito encargado de la Unidad Especializada en Personas Desaparecidas.
La cifra refleja una problemática constante que afecta no solo a personas adultas, sino también a adolescentes de entre 13 y 17 años, franja etaria que concentra la mayoría de los casos activados bajo la alerta Amber.
Barragán señaló que las provincias con más denuncias de desapariciones son Panamá, Chiriquí y Veraguas, y destacó que, aunque cada fiscalía provincial cuenta con una unidad dedicada, la Unidad Especializada está asumiendo un rol de apoyo activo a niv. “Estamos coadyuvando con las investigaciones, aplicando métodos y estrategias que permitan estandarizar y agilizar los procesos para ubicar cuanto antes a las personas reportadas”, explicó el fiscal.
El funcionario enfatizó la importancia de actuar con rapidez. “No hay que esperar 24 horas para reportar una desaparición. Si un familiar no se encuentra dentro de sus horarios habituales y hay razones de preocupación, hay que acudir inmediatamente a las personerías o fiscalías primarias para activar el proceso investigativo”, indicó. Según Barragán, los primeros momentos son cruciales para lograr una localización exitosa.
Además del trabajo de campo, el fiscal destacó el papel clave de las redes sociales como herramientas complementarias para la búsqueda. “Las redes nos permiten alertar a la comunidad y, en muchos casos, recibir información valiosa que orienta las investigaciones hacia posibles ubicaciones de las personas desaparecidas”, afirmó. No obstante, aclaró que las publicaciones en redes sociales no sustituyen las denuncias formales, que siguen siendo esenciales para activar los protocolos oficiales.
“Es comprensible que los familiares compartan imágenes y mensajes en redes, pero no debemos quedarnos solo en eso. La denuncia ante las autoridades es el paso fundamental para que el Ministerio Público pueda actuar con base legal”, concluyó Barragán.
Unidad de personas desaparecidas
Este año, el procurador general de la Nación, Luis Carlos Gómez Rudy, creó la Unidad Especializada de Personas Desaparecidas mediante la Resolución N.° 37 del 21 de marzo de 2025.
Esta unidad, adscrita al Despacho Superior, tiene como función principal investigar con mayor efectividad los casos de personas desaparecidas, garantizando la articulación entre fiscalías, estamentos de seguridad y otras instituciones, para así brindar atención integral a las víctimas y sus familiares.
Entre sus funciones principales están el apoyo a las fiscalías que manejan investigaciones relacionadas con desapariciones, la coordinación con organismos nacionales e internacionales que intervienen en procesos de búsqueda e identificación, y la sistematización de la información de cada caso para mejorar los tiempos de respuesta y evitar el subregistro.
Otras funciones relevantes que desarrolla son la implementación de buenas prácticas en el manejo de evidencias y diligencias de búsqueda, el ofrecimiento de acompañamiento especializado a las familias afectadas, y el cumplimiento de un rol clave en casos de alto impacto, desapariciones prolongadas, menores de edad y situaciones que requieran peritajes forenses complejos.
Casos emblemáticos
En 2025, dos desapariciones estremecieron a Panamá: la de Dayra Caicedo, estudiante de 23 años secuestrada en Arraiján por sujetos armados, y la de Víctor Arias Pezzotti, un joven de 26 años visto por última vez tras salir de la casa de su expareja en Aguadulce.
Mientras el caso de Caicedo generó una búsqueda nacional con más de 50 allanamientos y su hallazgo sana y salva, 35 días después, la desaparición de Arias permanece sin respuestas claras, pese al clamor de su familia y los llamados en redes sociales.
