El Juego del Calamar regresa tras una rebelión fallida.

El Juego del Calamar regresa tras una rebelión fallida.

El fenómeno global El juego del calamar llega a su tercera y última temporada, y con ella regresa aquella mirada crítica a un sistema que empuja a los más vulnerables a extremos impensables; la serie surcoreana creada por Hwang Dong-hyuk no solo mantiene su tensión y brutalidad, sino que profundiza en las preguntas más urgentes de nuestro tiempo: ¿Cómo se sostiene la esperanza cuando el sistema está diseñado para destruirla?

“El juego del calamar es una obra que se puede disfrutar simplemente como entretenimiento, pero mientras la ves y después de verla, creo que muchas personas se identificaron porque el mundo en el que vivimos y las experiencias que atravesamos están reflejadas y simbolizadas en la serie”, dijo a MILENIO Hwang Dong-Hyuk, creador, director y guionista de la serie que ha cautivado a la audiencia desde hace cuatro años.

En esta nueva entrega, Gi-hun (Lee Jung-jae) vuelve al campo de batalla tras una rebelión fallida. Cargado de culpa y un deseo de justicia, su historia plantea un dilema humano: ¿vale la pena luchar cuando todo parece perdido?

La éxito de la serie se refleja en la identificación del público / Especial

El hecho de que Gi-hun pueda seguir adelante para alcanzar su propósito, en la nueva temporada “comienza con un deseo de venganza, con una especie de sentido de justicia para castigar el mal”, explicó Lee Jung-jae.

“Pero al final, lo que realmente importa para él es que obtiene confianza y valor de otras personas. Esa es la lección más importante para él —expresó Lee Jung-jae—. Espero que esa lección de Gi-hun conecte con los espectadores, y agradecería que la consideraran como otro mensaje importante de El juego del calamar”.

Moralidad a prueba 

En medio de nuevas pruebas y traiciones, la serie mantiene su esencia: un juego extremo en el que las reglas las dicta el capital, y la moralidad se desintegra bajo la presión de la supervivencia

Hwang lo resume así: “Vivimos en un mundo donde competimos constantemente con todos a nuestro alrededor. La vida se vuelve más difícil con el tiempo, y especialmente para los más vulnerables, el mundo se vuelve más cruel cada día”.

Por eso, “muchas personas sienten que se están volviendo cada vez más vulnerables, y por eso se identifican con esta obra desde la perspectiva de los participantes del Juego del Calamar”, agregó el showrunner sobre la trama que pone en pantalla la desigualdad económica, la cual se ha convertido en el hilo conductor desde la primera temporada. 

Los jugadores siguen ingresando al juego por necesidad: el dinero se convierte en la trampa.

El líder, interpretado por Lee Byung-hun, encarna a quien ha dejado de creer en el cambio: “No trabaja por poder, es alguien que no quiere volver a un mundo que considera sucio y corrupto”, explicó el actor. 

La violencia no es gratuita; cada muerte, cada traición, revela hasta dónde puede empujar la desesperación a los seres humanos, a veces a lo más denigrante, pero también, y esto es clave, hasta dónde puede resistir la dignidad.

Es alguien que ha vivido una vida difícil y ha experimentado experiencias muy duras, y que además participó directamente en el Juego del calamar y fue testigo de la traición inhumana y la brutalidad de las personas, así como de los asesinatos que él mismo tuvo que cometer para sobrevivir, es un personaje pesimista que ya no siente ninguna emoción ni esperanza hacia los demás ni hacia el mundo. Así es como yo veo a ese personaje”, agregó. 

La integración del jugador trans (120) es una de la novedades de la historia / Especial
La integración del jugador trans (120) es una de la novedades de la historia / Especial

Diversidad en juego

Una de las decisiones más significativas de esta temporada es la inclusión de Hyun-ju (Jugadora 120), una mujer trans que, además de ser ex militar, se convierte en una figura clave de la rebelión en el juego

Interpretada por Park Sung-hoon, la representación del personaje abre una conversación necesaria sobre la visibilidad trans en el entretenimiento asiático, y lo interesante es que Hyun-ju no solo está ahí para cumplir una cuota.

“En las producciones coreanas ha habido muchos personajes transgénero que eran planos y caricaturescos. Me alegra muchísimo que haya surgido un personaje tan genial y con tantas capas. Espero que sigan apareciendo personajes más diversos, y que eso ayude a cambiar la perspectiva de quienes aún tienen prejuicios y estigmas hacia la comunidad LGBTQ, para que puedan aceptarlos como personas iguales”, comentó Park Sung-hoon. 

Y ADEMÁS

¿Y ahora qué?

La nueva temporada de El juego del calamar no solo cierra una historia: propone una reflexión sobre el estado de la humanidad, la fe, y al final, la esperanza como esa última oportunidad de salir bien librado de un juego mortal. Y como lo dice su creador: “¿Está mejorando nuestro mundo? ¿Podemos aún aferrarnos a la humanidad? Quizá, si encontramos un poco de esperanza dentro de nosotros mismos, aún tengamos una oportunidad”.

AJR

Fuentes

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