Con la llegada de la temporada de lluvias, también se incrementan los casos de resfriado común, una afección respiratoria que, aunque suele ser leve, puede interferir con nuestras actividades diarias.
Los cambios bruscos de temperatura, la humedad y la exposición constante a virus circulantes favorecen su propagación. Por ello, conversamos con Yamileth Quintero, médico especialista en Medicina Familiar, quien compartió consejos prácticos para prevenir los resfriados y cuidar la salud durante esta época del año.
Una de las medidas más efectivas, recuerda Quintero, es el lavado frecuente de manos, una práctica reforzada durante la pandemia de la covid-19.
“Ese sencillo hábito de lavado de manos va a disminuir en gran medida lo que son las infecciones respiratorias”, subraya la especialista.
Otro punto clave es el uso de mascarillas, sobre todo cuando ya se presentan síntomas.
“Es algo que nos enseñó la pandemia y que la población no debe perder”, advierte. “Cuando uno está resfriado, debe ser responsable y utilizar mascarillas para disminuir la propagación al resto de las personas”.
¿Cuándo ir al médico?
Consultada sobre en qué momento un resfriado deja de ser, entre comillas, “normal” y se requiere atención médica, Quintero explica:
“Generalmente los cuadros respiratorios virales son autolimitados. En unos tres o cuatro días uno se puede sentir mal, pero poco a poco va disminuyendo la intensidad de los síntomas”.
Sin embargo, aclara que si los síntomas persisten por más de una semana, se agravan o están acompañados de fiebre alta que no cede, se deben considerar como signos de alarma.
“Es importante acudir al médico cuando los síntomas no mejoran o empeoran, especialmente si hay fiebre persistente, pérdida del apetito o deterioro del estado general”, enfatiza.
Además, las personas vulnerables —como adultos mayores, niños pequeños o pacientes con enfermedades crónicas— deben ser aún más cuidadosos.
“Los adultos mayores, los niños pequeños y quienes tienen condiciones que afectan su sistema de defensa están más propensos a desarrollar cuadros más graves, así que con más razón deben acudir a tiempo a atenderse”, resalta.
Desde el inicio de los síntomas, quienes tengan factores de riesgo deben prestar especial atención:
“Si desde el principio se nota algo que no está dentro de lo habitual, lo mejor es ir a consulta. En todos los casos, siempre hay que estar pendiente de las señales o signos de alarma”, reitera.
No a la automedicación y sí a la vacunación
Otro aspecto fundamental es evitar la automedicación. Aunque muchos cuadros respiratorios se tratan con medicamentos para aliviar los síntomas, esto no debe hacerse sin supervisión médica.
“Si bien es cierto que con los cuadros respiratorios lo que se trata son los síntomas —una fiebre leve, por ejemplo, con acetaminofén—, no se trata de perpetuar el medicamento ni de pensar que con eso ya tenemos la solución”, advierte Quintero.

Finalmente, la especialista destaca la importancia de la vacunación como medida preventiva:
“Eso es lo que nos va a disminuir el riesgo de contraer la infección. Y si nos da, que no sea tan grave o severa en el cuerpo de la persona”, señala.
Lo que dice la OMS
La Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que millones de personas contraen gripe cada año. Aunque la mayoría se recupera en una semana, para algunas puede ser mortal.
Los síntomas más frecuentes son fiebre, tos seca, dolor de cabeza, dolor muscular y articular, dolor de garganta y secreción nasal.
Además del lavado constante de manos y la vacunación, la OMS recomienda:
Evitar tocarse los ojos, la nariz y la boca.
Evitar el contacto cercano con personas enfermas.
Si no se siente bien, quedarse en casa.
“Aislándose rápidamente se puede evitar la propagación de la gripe y salvar vidas”, recuerda la organización en su sitio web.