Del cielo al despegue – La Prensa Gráfica

Del cielo al despegue - La Prensa Gráfica

En esta ocasión, mi escrito narra la historia de una mujer excepcional, la de Mónica María Pleitez Orellana, quien es graduada de la carrera Ingeniería Aeronáutica en la Universidad Don Bosco (UDB). Mónica tuvo el sueño de estudiar esa carrera desde los 14 años; al enterarse de que la UDB ofrecía esa especialización, se entusiasmó más. Desde temprana edad empezaba a pensar seriamente en qué quería estudiar, y siempre se sintió atraída por las ciencias y la tecnología. Lo importante para estudiar una ingeniería es que al estudiante le gusten las matemáticas y las asignaturas analíticas.
La estudiante sabía que era un reto grande por enfrentar, pero nunca se rindió. A Mónica le entusiasmó mucho todo lo relacionado con la aeronáutica y el espacio. Siempre le ha interesado el tema aeroespacial, así que sintió que esa carrera estaba muy alineada con eso. Fue en el año 2017 que la señorita, con las metas propuestas y bien cimentadas, comenzó a estudiar la ingeniería.
La profesional ha tenido vicisitudes en su vida; igual que muchos jóvenes, ha enfrentado muchos obstáculos, y el más grande ha sido el económico. La carrera es costosa, y los primeros años fueron muy complicados por ese motivo. Sin embargo, siempre confió en su capacidad y en que podía lograrlo. En general, muchos de los obstáculos están en la mente y pudo superar esas barreras. Estudiar esa carrera no es fácil.
Mónica labora en la empresa Aeroman, una de las más destacadas del país. Manifiesta que su trabajo ha sido una etapa de mucho crecimiento personal y profesional. La ingeniera inició como parte de un programa de desarrollo de liderazgo, luego obtuvo la licencia de Técnico en Mantenimiento de Aeronaves y asumió el rol de Supervisora de Operaciones.
En El Salvador, los puestos gerenciales o de liderazgo, en su mayoría, los ejercen los hombres; sin embargo, para la profesional ha sido un reto, especialmente porque aún son pocas las mujeres en puestos de liderazgo en el área operativa. Pero eso le motiva aún más a seguir creciendo, demostrar lo que se puede lograr y abrir camino para otras mujeres en la industria.
Con respecto a las metas que tiene la ingeniera, se visualiza desarrollándose profesionalmente dentro del sector aeroespacial, en un área donde pueda aplicar sus conocimientos, tomar decisiones técnicas y liderar equipos de trabajo. Además, le interesa especializarse a través de una maestría en una rama relacionada con esa industria, idealmente en investigación, desarrollo o gestión de proyectos, siempre buscando aportar valor y crecer dentro de un entorno que le apasione.
¿A quién le dedica sus triunfos y luchas? “Le dedico mis triunfos y luchas, en primer lugar, a Dios y a mi madre. Ella ha sido mi mayor apoyo, incluso en los momentos en que ni yo misma creía en mí. Siempre confió en mi capacidad, me dio fuerza para seguir adelante y realizó muchos sacrificios para que yo pudiera estudiar. Su apoyo ha sido incondicional y es algo por lo que siempre estaré profundamente agradecida. También le agradezco mucho a mi madrina, quien fue un gran respaldo en momentos importantes de mi vida. Pero sin duda, el motor más fuerte detrás de todo lo que he logrado ha sido mi mamá.”
¿Tiene algún consejo para los que declinan seguir estudiando? “Mi consejo es que no se rindan. Sé que muchas veces dejar de estudiar no es una decisión fácil, y suele deberse a problemas económicos o familiares. Pero, aunque cueste, todo el esfuerzo vale la pena. Aunque nos tome más tiempo que a otros, alcanzar nuestros sueños, como terminar una carrera, es posible si perseveramos. Si en algún momento es imposible seguir, lo importante es no perder de vista el objetivo y buscar la forma de continuar cuando se pueda.”
Mónica tiene sus metas bien claras y seguirá estudiando para tener mejores oportunidades en la vida. Es un ejemplo de superación para la sociedad salvadoreña.

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