Washington /
El secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, sostuvo que el ataque del sábado a Irán, bautizado como Martillo de la Medianoche, no busca un “cambio de régimen” en ese país, pero recomendó a Teherán acatar la advertencia del presidente Donald Trump de no actuar en represalia o responderá “con una fuerza mucho mayor”.
“Fue un éxito increíble y rotundo. Las ambiciones de Irán han sido pulverizadas”, aseguró Hegseth sobre los ataques a las instalaciones nucleares de Fordo, Natanz e Isfahán.
“Esta misión no se trató de un cambio de régimen. El presidente autorizó una operación de precisión para neutralizar las amenazas a nuestros intereses nacionales, como el programa nuclear iraní y la autodefensa colectiva de nuestras tropas y de nuestro aliado Israel”, añadió en rueda de prensa.
No obstante, dejó abierta la puerta a una salida diplomática, al afirmar que “se están enviando mensajes públicos y privados directamente a los iraníes a través de múltiples canales, brindándoles la oportunidad de participar en la negociación. Entienden con precisión la postura estadunidense y qué medidas tomar para lograr la paz, y esperamos que así sea”.
Por su parte, ante la amenaza iraní de represalia, el secretario de Estado, Marco Rubio, sostuvo que sería un “terrible error”.
“No estamos declarando la guerra a Irán, no buscamos eso, pero si nos atacan, tenemos capacidades que aún no han visto; sería un terrible error de su parte. Francamente no es lo que esperamos ni deseamos”, declaró en entrevista con Fox News.
Rubió ofreció a los iraníes sentarse a negociar a partir de hoy si es posible.
“Queremos asegurarnos de que Irán nunca tenga armas nucleares. Si lo que quiere es un programa civil con centrales eléctricas como muchos otros países, puede hacerlo. Ese es el acuerdo que se le ha ofrecido; lo rechazó, nos engañó”, acusó.
Los mensajes de la administración Trump parecieron estar dirigidos en parte a sus seguidores MAGA (Make America Great Again), entre ellos la legisladora Marjorie Taylor-Greene, quien cuestionó la necesidad de un ataque que comprometa la vida de soldados y el presupuesto.
“Cada vez que Estados Unidos está al borde de la grandeza nos vemos envueltos en otra guerra extranjera”, escribió la republicana en X. “No habría bombas sobre Israel si (Benjamin) Netanyahu no las hubiera lanzado primero al pueblo de Irán”.
En tanto, el vicepresidente, JD Vance, salió al paso de las críticas.
“No, no estamos en guerra con Irán, sino con su programa nuclear”, insistió en entrevista con la cadena ABC. “El presidente tomó medidas decisivas para destruirlo”.
Sin embargo, el republicano de Kentucky Thomas Massie acusó a Trump de incumplir sus promesas de campaña con sus ataques a Irán.
“Me siento un poco engañado”, dijo a Fox News Digital. “No pensé que dejaría que los neoconservadores decidieran su política exterior y nos arrastraran a otra guerra. El peligro político para él es que genera apatía y eso no es bueno para mantenernos como mayoría en las elecciones intermedias”.
Junto con Ro Khanna, representante de California por el partido contrario, Massie copatrocina una resolución para evitar que el ejército participe en nuevas acciones militares no autorizadas en Irán. El senador Tim Kaine, demócrata por Virginia, promueve una resolución espejo.
Para algunos demócratas, el ataque de Trump significa una acción inconstitucional y potencialmente elegible para iniciar un segundo juicio político de destitución, al acusar que no solicitó la autorización del Congreso.
Asimismo, el demócrata de California Adam Schiff sostuvo que los ataques fueron “inconstitucionales”, y su colega de Nueva York Alexandria Ocasio-Cortés consideró que la ofensiva es “motivo absoluto y claro de destitución”.
No obstante, tras la ofensiva, Trump escribió en redes sociales: “se han causado daños monumentales en todas las instalaciones nucleares de Irán. ¡Destrucción total es el término adecuado!”.
Por su parte, el director general del Organismo Internacional de Energía Atómica, Rafael Grossi, subrayó ante el Consejo de Seguridad de la ONU que “nadie está en capacidad de confirmar los daños subterráneos” en Fordó, planta principal donde Irán produce uranio enriquecido.
En una sesión de emergencia solicitada por Irán tras la ofensiva de Estados Unidos contra tres plantas nucleares, Grossi subrayó que ese tipo de ataques armados “nunca deberían suceder, (porque) pueden derivar en escapes radiactivos con graves consecuencias”.
El secretario general de la ONU, António Guterres, criticó a Estados Unidos, aunque sin citarlo, al apuntar que “todos los miembros deben actuar de acuerdo con sus obligaciones según la carta del organismo y las demás reglas de la legalidad internacional”.
Con información de: EFE y AP