1 / 14 | Carlos Beltrán y Natalia Meléndez, entre otros, inspiran a jóvenes promesas en el deporte. Los panelistas Natalia Meléndez y Carlos Beltrán posan junto a las promesas Angela Benítez, Kalia Alvarado y Héctor Mulero en el Conversatorio «La fórmula para triunfar en el deporte». – Carlos Rivera Giusti/Staff//GFR Media
El promedio de longevidad de un jugador de posición en las Grandes Ligas es de 5.7 temporadas.
Carlos Beltrán, exestrella puertorriqueña, estuvo en el Circo Grande por 20 años.
El manatieño, candidato al Salón de la Fama de Béisbol, conversó el martes sobre su durabilidad en en el exigente mundo de la pelota durante el Conversatorio: La fórmula para triunfar en el deporte, donde figuras destacadas compartieron sus desafíos, aprendizajes y consejos.
La actividad, celebrada en el atrio del Distrito T-Mobile del Centro de Convenciones por GFR Media en asociación con Walmart Puerto Rico, reunió a tres de seis promesas jóvenes del deporte reseñados en la sección de Deportes El Nuevo Día.
“Pienso que el deseo de uno quererlo es importante. En el caso de uno, invertí en mi carrera. Piensa que el talento, lo cual es importante, es el 80 por ciento. Lo demás es el deseo, la disciplina, la alimentación, todo lo que añadas”, agregó.
Beltrán debutó en 1998 con los Royals de Kansas City, siendo premiado como el Novato del Año de la Liga Americana. Su carrera destacó con los Astros de Houston y los Mets de Nueva York. El nueve veces Jugador Todo-Estrella luego pasó San Francisco, San Luis, Yankees y Texas. Volvió a los Astros en 2017, apuntándose un anillo de Serie Mundial, durante su último año como profesional.
“Lo que me ayudó mucho viniendo de Tierra Nueva, Manatí, de padres humildes, algo que aprendí en mi casa fue la timidez. Siempre predominada. Pienso que el deporte, a través de los años, desarrollas otras herramientas como creer en ti mismo, la educación continúa. La gente puede ver que Carlos Beltrán tuvo una carrera larga, pero Carlos falló el 70 por ciento de las veces”, resaltó el también asistente del presidente de operaciones de los Mets y gerente general del equipo de Puerto Rico para el Clásico Mundial de Béisbol.
“Fue el 20 por ciento de las veces que hice bien en mi carrera gracias a lo que aprendí mis altas y bajas, invertir en mi estado mental, escuchar podcast para pensar positivamente. Siempre le digo a los estudiantes en que inviertan en su mente además de su cuerpo y herramientas”, apuntó.

El exjardinero central fundó la Carlos Beltrán Baseball Academy en el municipio de Florida.
Además de Beltrán, participaron en el conversatorio la otrora jugadora del Baloncesto Superior Nacional Femenino (BSNF) y el Equipo Nacional y ahora periodista deportiva Natalia Meléndez, además de Glennys Rosa, seis veces campeona con las Gigantes de Carolina y la apoderada del equipo Claudia Ramos Zorilla, más el ciclista y triatleta Gabriel De Jesús.
“Mi primer amor fue la pelota”, confesó Meléndez, quien debutó en el BSNF con apenas 13 años.
“Nací y me crié en el residencial Vista Hermosa. El deporte que se hacía ahí era la pelota pero aceptaban niñas. Me mentí en natación y luego en gimnasia pero no se me daba natural. Llegamos a la cancha de Caparra y ahí encontré amor desde los siete años”, añadió.
Durante su desarrollo, Meléndez estaba decidida en salir de su entorno para aspirar a más.
“No sé en qué momento de mi vida yo dije voy hacer deporte para salir de donde yo estoy. En mi entorno no quería estar ahí. Tenía que seguir practicando porque quería que un colegio me becara. Cuando me becaran me iba a hacer otras cosas. Tenia ese chip on your shoulder. Me becaron en el Colegio de Diego, ahí dije que voy a seguir trabajando porque me quiero ir a Estados Unidos. Todo corrió normal, con coaches que me decían que metiera mano, que me iba a ir bien», destacó Meléndez, quien jugó baloncesto de primera división (NCAA) con Alabama.
En el caso de Rosa, su primer deporte fue el atletismo, ganando medalla de plata en 200 metros lisos en las Justas de la Liga Atlética Interuniversitaria (LAI).
“Agradecida con mis padres por inculcar el deporte. Han dicho presente de ir a todas. Estar en la cancha todo el tiempo siempre dije que quería estar ahí. Es difícil que crea en ti. Jorge Otero (coach) lo hizo. Un juego determinado no determina que uno sea elite. Ahí es la diferencia. Ha sido ese sacrificio, luchar por una posición. Es entrar a comerse la cancha. Que el coach vea eso en mi para ganarme en ese tiempo”, recalcó la también maestra en salud y educación física.
De Jesús, quien participó en los Juegos Centroamericanos y del Caribe Mayaguez 2010, con una medalla en el Ironman 70.3 de Puerto Rico, subrayó que un mundo de posibilidades deportivas se le abrió cuando se matriculó en la Escuela de la Comunidad Especializada en Deportes Eugenio Guerra Cruz ubicada en el Albergue Olímpico en Salinas.
“A mi edad, no tenía redes sociales. Mi generación, nadie había ido a universidad. Mi papás fueron proyectivos en entrar al a escuela. En la escuela vi un sinnúmero de horizontes. Antes, no tenía esas expectativas (de dedicarse al deporte)”, expresó.
A Ramos Zorrilla, quien debutó como apoderada de las Gigantes el año pasado, no se le dio en el deporte. Si practicó toda su niñez y adolescencia el ballet. Pensaba que iba a ser bailarina antes de dedicarse a la publicidad. Aceptar el reto de comandar a las Gigantes, máximas campeonas en el BSNF, era un reto que se debía.
“Necesitaba un propósito. Soy madre de una niña. He visto muchas desigualdades de género no solo en el deporte, en todas las profesionales. Necesitaba un propósito mayor, cómo devolver a Puerto Rico”, subrayó Ramos Zorilla, con un subcampeonato el año pasado en su debut con las Gigantes.
Los jóvenes atletas reseñados fueron el pelotero Gustavo Meléndez, el tenismesista Steven Moreno, el baloncelista Jaco Morales, la atleta de pista y campo Angela Benítez, la voleibolista Kalia Alvarado y el boxeador Héctor Manuel Moreno, viequense que llamó la atención de Beltrán por su sacrificio de viajar todos los fines de semana de la Isla Nena a Ceiba, ida y vuelta.
“Quiero reconocer que, lo que haces, es extraordinario. Quiero que lo sientas así. La juventud no está perdida. En mi caso, traté de rodearme de amistades que me ayudara a ser mejor. En Grandes Ligas, conoces mucha gente. La confianza en Dios también. El esfuerzo que uno hace en esta Tierra no es vano. Sé que lo tuyo no es vano. Dios tiene algo para ti. Espero que, sentados viendo la televisión, verte pelear y ganar un campeonato”, sentenció Beltrán.