César Reyes, papá migrante deportado: “la tecnología es un pequeño alivio en esta etapa que estamos viviendo”

César Reyes, papá migrante deportado: “la tecnología es un pequeño alivio  en esta etapa que estamos viviendo”

En febrero de 2025 cambió la vida para César Reyes, originario de Quetzaltenango. Fue deportado y compartió su caso en un video que se viralizó en redes sociales. Esto lo apartó de su familia, integrada por su esposa, Yucia y su hijo, Sebastián, de tres años. Será el primer año en que no compartirá el Día del Padre con su hijo.

Reyes era miembro de la Asociación Guatemaltecos en Oklahoma, trabajaba y participaba de manera activa en eventos culturales y de apoyo social.

“Pensé mucho realizar este video o no. Sin embargo, creo que es tiempo de poder contar mi experiencia para que pueda ayudar a otras personas. El 24 de febrero del año 2025 fui deportado de vuelta a mi país Guatemala. Fue algo realmente confuso porque yo estaba peleando mi caso para poder quedarme legalmente en Estados Unidos… no teniendo ningún récord criminal, o sea, teniendo un récord limpio, no les importó separarme de mi familia”, dice el guatemalteco que actualmente está reconstruyendo parte de su vida en Guatemala sin perder el contacto con su familia.

En el video explica el momento de la separación y lo duro del proceso. A cuatro meses de este episodio, habla con Prensa Libre acerca de lo que ha pasado después.

Empezar desde cero

Reyes consiguió trabajo en un call center en el país, su nivel de inglés y preparación le fue útil para ese proceso. «Ahorita ya tengo más de estabilidad y tengo trabajo, entonces poco a poco estoy tratando de acostumbrarme a este nuevo estilo de vida», comparte mientras asegura que la parte más complicada es estar lejos de los suyos, su esposa Julissa y su hijo Sebastián, aunque asegura que apenas se encuentra en el punto de procesar lo que sucedió.

Sus padres, migrantes también, lo llevarón a él en 2011 a Estados Unidos para reunirse de nuevo como familia. En ese entonces tenía 16 años.

Se graduó del ciclo medio en Estados Unidos y recuerda que su primer trabajo fue en un restaurante. Luego trabajó en una cadena de hoteles donde comenzó como recepcionista y llegó hasta el cargo de asistencia de gerencia, previo a la deportación.

Su esposa también guatemalteca fue su vecina en su adolescencia. Recuerda con especial cariño que al nacer su hijo Sebastián en 2022 tomó tres semanas de licencia para cuidar a su familia. Parte de sus actividades cotidianas era compartir con el niño y jugar con él.

Expresa que esta fase de papá primerizo deja muchas enseñanzas, «vamos descubriendo habilidades que no sabíamos que teníamos. Solo cuando llegan ciertas experiencias empezamos a desarrollarlas. Además, se crea un vínculo muy especial entre padre e hijo, un amor distinto, un amor que los niños se van ganando poco a poco», dice con nostalgia.

Por las tardes salía al jardín con el niño para escuchar a la naturaleza y quiere invitar a los padres a aprovechar el tiempo con sus hijos. Actualmente se sigue comunicando con su familia por videollamadas, el niño le explica y le da instrucciones de juegos, pero asegura que no es suficiente y su corazón se estremece al escucharle decir que quiere verlo y estar con él. «La tecnología es apenas un pequeño alivio», reflexiona.

Las salidas en familia eran tradicionales en la pareja que hoy tiene el reto de mantener comunicación en la distancia. (Foto Prensa Libre: cortesía César Reyes)

En este Día del Padre, el mensaje que quiero compartir con todos los que somos padres es que realmente valoremos cada momento que pasamos con nuestros hijos. Nunca imaginé lo que me esperaba, especialmente en esa cita en la que me informaron que me separarían de mi familia.

«A veces caemos en la rutina y damos por sentado la vida diaria, pero es indispensable aprovechar cada instante con nuestros hijos. Hoy en día vivimos con el teléfono en la mano, de un lado para otro, pero es fundamental dedicarles tiempo de calidad. Puede ser una hora, media hora al día, pero que sea un momento sin distracciones, con contacto visual, con abrazos, con ternura. Volvernos niños para poder disfrutar con ellos», expresa.

Fuentes

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